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martes, 29 de agosto de 2017

Dos hembras en Villamacho 2.0 (Prólogo terminado)





Capítulo 2: Los adolescentes de Villamacho

Parte 0:  Presentación de personajes.




0.1: Prólogo del capítulo dos


Jaume y Pedro son la diana de maltratos en su nuevo instituto, en el cual existe un pequeño grupo de macarras y matones que los utilizan para su diversión matutina.
   Al conocer a la hermana de estos dos, Olivia, los matones eligen hacerse pasar por sus amigos para ganarse su confianza y poder infiltrarse en la casa para poder espiarla de cerca y, quizás, beneficiársela. Lo que estos no saben es que ella tiene novio y que no son los únicos interesados en ella.
   Por un cúmulo de buena y mala suerte, acaban sucediendo cosas que no esperarían ni ellos ni la propia Olivia, siendo testigos impotentes del grotesco espectáculo tanto Jaume como Pedro, que tendrán que decidir si intervienen o continúan observando lo que sucede con la intrusión de sus nuevos amigos en su propia casa.
    Los adolescentes, pasando cada vez más tiempo en la casa y haciéndose cada vez más amigos de la veinteañera, comienzan a coincidir también con la que es su profesora en el instituto.
    Madre e hija comienzan a ver normal la presencia de estos jóvenes que, teniendo como excusa la amistad de Jaume y Pedro, comienzan a considerar esa casa suya, dando así multitud de situaciones que irán empeorando si nadie los detiene.

Por su parte, Joaquin y Rob no sospechan nada pero… ¿Harían algo si descubriesen que algo pasa? Siendo Sandra y Olivia mujeres totalmente fieles a estos dos, nunca harían nada con unos adolescentes pero… ¿Significa lo mismo tanto para ellos como para ellas las inocentes situaciones que tendrían lugar dentro y fuera de la casa? ¿Pueden llevarse bien dos mujeres adultas con unos macarras y salidos adolescentes de pueblo, los cuales carecen de entretenimientos para divertirse? La vida de pueblo es muy aburrida para ellos, pero no tanto cuando tienen a su alcance dos hembras como Sandra y Olivia.




0.2: Cálida bienvenida estudiantil

Pocas semanas habían pasado desde que la familia de Joaquin se instalase en la nueva casa, a las afueras del pueblo. Rob y su suegro encontraron trabajo de granjeros con suma facilidad, ayudando a los propietarios en la recolecta de la siembra, el mantenimiento de las fincas y el cuidado de los animales.
   Por el contrario, Sandra, aceptó un puesto de docente en el instituto lamonjatuerta, donde fue bien recibida tanto por abundantes alumnos como por el escaso profesorado. Solo había dos profesores, varones ambos, además de una directora fea, gorda y amargada que según la recién llegada se esforzaba por hacer la vida imposible a los jóvenes del pueblo. El resto de los adultos que trabajaban en el instituto tenían funciones de mantenimiento, limpieza y cocina.
   La nueva profesora estaba realmente impactada con el funcionamiento educativo de aquel centro, el cual incumplía al menos un centenar de protocolos… ¿En que cabeza cabía que en pleno siglo veintiuno y en un país desarrollado como era España, los estudiantes fuesen mezclados por edad y recibiesen lecciones al azar? Un estudiante de trece años podía recibir la misma clase que uno de diecisiete, y aunque parecía que el método funcionaba no podía ser más caótico.
   Sandra había encajado inesperadamente bien en su nuevo puesto de trabajo: A pesar del antipático trato de la directora hacia ella -la cual no era capaz de disimular la envidia que sentía por una subordinada tan guapa, inteligente y agradable-, no tuvo problemas para integrarse, ganándose el favor y el respeto de sus dos compañeros docentes y los innumerables alumnos que llenaban el centro.
   Algunos de estos, los más macarras y traviesos, intentaron sin éxito gastarle bromas pesadas; se rindieron ante la furiosa reacción de la maestra que sin andarse con chiquitas se granjeó el respeto y el temor de los adolescentes, los cuales no volvieron a intentar nada contra ella. Se limitaron a mirarla desde la distancia, tapándose la boca para que esta no leyese sus labios mientras ruborizados la estudiaban de arriba abajo.

De sus tres hijos, los únicos dos menores no tuvieron tanta suerte a la hora de integrarse entre los adolescentes pueblerinos. Recibieron una cálida bienvenida, sí… Pero no de la manera que les habría gustado.


***

Daba la impresión de que Zeus estaba furioso, pues del cielo caía una tempestad de rayos y lluvia. Esta golpeaba tan contundentemente contra el suelo que parecía que este en cualquier momento se fuese a poner a gritar de dolor.
   El instituto había quedado vacío a excepción de los cuatro profesores en el interior, debatiendo dentro de la sala de profesores, ajenos a lo que sucedía fuera. Lejos de la entrada al instituto, protegidos por la lluvia, seis jóvenes se enfrentaban bajo un enorme porche.
   Solo tres de ellos se enfrentaban, mientras que los otros dos miraban desde la distancia con sonrisas dibujadas en su rostro. Los espectadores eran delgados, uno rubio de cabellos rizados y el otro pelirrojo, los cuales miraban satisfechos como un moreno de pelo liso, obeso y feo, agarraba por las solapas de la camisa al más pequeño de los dos alumnos nuevos.
— ¡Que le dejes en paz! -rugió furioso el hermano mediano, abalanzándose contra Alex. Este soltó al pequeño para poder hundir sus rechonchos nudillos en el rostro de Pedro, el cual cayó de espaldas llevándose las manos al rostro… Su nariz sangraba abundantemente.
— ¿Qué le deje en paz? A ver si te queda claro, pijo de ciudad. Sois los novatos, y sois nuestras putitas. Si hacéis lo que os ordenemos nos llevaremos bien. De lo contrario -levantó el puño mientras endurecía las facciones de su rostro. No tenía una cara agraciada, y ni de lejos podía parecer guapo a nadie.

El gordo metió una patada en el ombligo al joven que acababa de golpear, el cual encajó el golpe entre gemidos de dolor. Sin volver a golpearlo, se volvió hacia el más pequeño de sus dos víctimas; Jaume lo miro aterrado, acuclillado al lado de Pedro.
— Da gracias de que tu hermano hoy ha recibido tu parte… porque mañana no tendrás tanta suerte.

Este comentario pareció hacer gracia a Santi, un joven de constitución delgada y cabellos rubios, que se sostenía apoyando la espalda contra la pared manteniéndose de brazos cruzados. El último del grupo de aquellos tres abusones se llamaba Domi, y era un quinceañero de pelo largo de color castaño. Este no sacaba las manos de sus bolsillos, y no abrió la boca excepto para reír.
   Estos dos no se movieron ni hicieron ningún comentario, como si estuviesen dando carta blanca a su compañero para hacer lo que quisiese.
— Mañana me daréis vuestros bocadillos. Si no los traéis, os meto una paliza. Si no me gustan, os meto una paliza. ¿Me habéis entendido?

Entre risas y sin esperar confirmación, los tres matones se aventuraron a correr bajo la lluvia, yéndose a sus casas donde aguardarían hacia el día siguiente. En aquel pueblo no tenían demasiado que hacer, y aunque preferían estar en la calle ya que en sus casas tampoco había nada que hacer, la lluvia estropeaba sus planes.
   Suerte que había llegado aquella nueva familia para divertirse a su costa. Por su parte, Pedro y Jaume disimularon bien la mala experiencia vividas los primeros días de instituto. Nadie en su casa habría sospechado que habían sido víctimas de agresiones… Lo que todos desconocían es que aquella situación estaba muy próxima a empeorar.

***

— ¿De chorizo? -La pregunta de Alex no esperaba respuesta. Estaban en el mismo porche del otro día, mas la diferencia es que en ese momento ya no llovía. Era la hora del patio y, aunque el instituto estaba lleno, nadie se acercaba para ver de cerca el maltrato que sufrían los dos hermanos- ¡Hijo de puta! -chilló mientras soltaba tres patadas en cadena contra el estómago de Pedro. El menor de los hermanos, solía librarse de los golpes… pero el mediano no tenía tanta suerte. El motivo aquel día es que el bocadillo de Jaume era de jamón dulce.
— A mí me gusta el chorizo -declaró Raúl, un pelirrojo que prácticamente nunca dejaba de sonreír. Había grabado todo con su cámara de móvil, y era algo que hacía mucho, pues era de los pocos en todo el pueblo que tenía uno. Se acercó a Alex alzando la mano, y este le estampó el bocadillo en su palma de la mano antes de soltar otra patada contra los muslos de Pedro-. Yo de ti pararía. Le costará disimular ante su familia si continuas así.
— No pasa nada. Sabe lo que pasará si se va de la lengua. ¿Verdad? -preguntó el gordo sin dar más golpes. Separó el papel de plata antes de dar un mordisco al bocadillo de jamón dulce.
— Hombre… a mí no me importaría que su madre me castigase -anunció burlón Santi, el rubio.
— O castigarla nosotros a ella -propuso Domi antes de escupir al suelo.
— ¿Habéis visto las tetas que tiene? Si las muestra orgullosa. No se corta ni estando delante de tantos tíos. Es una verdadera zorra.

Los cuatro matones parecían haber olvidado que los dos hijos de su profesora estaban lo suficientemente cerca para escuchar, impotentes, lo que decían sobre su progenitora.
— Le vi haciendo ojitos a Curro.
— ¿Curro ha venido? Hace mucho que no lo veo.
— Es lo mejor. ¿Para que habrá venido?
— Normalmente ni se acerca al insti -comentó Raúl acoplándose entre la conversación de Domi y Santi.
— Algún día tendrá que terminarlo, digo yo -comentó el gordo apartándose de los dos hermanos.
— Sigue soñando. ¿Vamos a dentro? Hace un calor que te mueres -comentó el pelirrojo mientras se guardaba el móvil en el bolsillo.
— Mañana quiero mis bocadillos -Antes de seguir a sus amigos, Alex se giró y dio esta orden a los dos hermanos-. Y que no sea ni de chorizo ni sobrasada o cobraréis.

Pedro hizo un esfuerzo para reincorporarse, su cara estaba intacta ya que aquel gordo se estaba asegurando de no dejar pruebas evidentes de aquel maltrato; sin embargo, el resto de su cuerpo estaba entumecido a causa de los constantes puñetazos y patadas.
   Por su parte, Jaume, tenía en mente un plan para conseguir que los dejaran de molestar.

***

Olivia, la única hija mayor de edad de Sandra, llevaba muy mal su nueva vida en aquel pueblucho. Para ella la única cosa buena era que se había podido traer a su novio y ni eso.
   El duro y constante trabajo que le suponía el campo, lo dejaba molido hasta el punto de que rechazaba cualquier ejercicio físico el poco tiempo que estaban juntos.
   Se aficionó a pasar mucho tiempo con su suegro Joaquin en un bar que había cerca de las granjas y los huertos donde trabajaban.
   Pasando la mayor parte del día sola y sin encontrar trabajo alguno, la veinteañera acabó optando por aventurarse sola por las calles del pueblo y ver que se encontraba. No le gustó en absoluto darse cuenta de que las pocas mujeres que habían en aquel pueblo de mala muerte eran viudas, ancianas desdentadas y mujeres feas que sonreían al verla pasar. Eran una minoría comparada con todos los hombres que acechaban a su alrededor, observándola sin reparos desde los ventanales de las casas, desde las terrazas de los bares y desde los bancos de piedra que rebosaban como setas por todo el pueblo. No se cortaban un pelo a la hora de estudiar sus curvas; y al menos se le acercaron unas quince veces hombres de todas las edades para entablar conversación con ella y ``darle la bienvenida a Villamacho´´.
   Algunos lo hacían con más gracia, otros con torpeza; pero ninguno escondía lo más mínimo su intención de desear intimar con ella.
   Aquella fue la primera y la última vez que bajó al pueblo sola, quedándose amargada dentro de su casa y llorando algunas veces. Frustrada por no tener nada mejor que hacer que ver la televisión, pasearse por los jardines y esperar a que sus hermanos, sus padres y su novio volviesen a casa. No es que no hubiese buscado trabajo, pero no encontraba nada fuera del pueblo que por tema de transporte y horarios fuese viable. Tampoco tenía opción de inscribirse por el momento en la universidad de Sexópolis, viéndose obligada a esperar.

Agradeció profundamente que su hermano pequeño, el cual siempre había tenido mucha afinidad con ella, le pidiese que fuese a buscarlos todos los días al instituto.
   ``Salir me vendrá bien, y así tendré algo que hacer´´ se autoconvenció de que era lo mejor. Abrazó a su novio tras intercambiar un beso de buenas noches antes de cerrar los ojos con una sonrisa en sus labios. No podía evitar sentirse feliz porque su hermano pequeño aún quisiese que ella se dejase ver, desentendiéndose de la actitud distantes del mediano, el cual parecía empeñado en ignorarla todo lo que le fuese posible.

2.0: Los matones. Los nuevos amigos de la hermana mayor.

El Chuki se estaba fumando un cigarro en la puerta del instituto apoyado en el asiento de su moto. Había hecho campana ese día para quedarse durmiendo un poco más, notándose su sueño en aquel enorme bostezo que dio entrecerrando un ojo y dejando el otro abierto, observando a la multitud de estudiantes saliendo mientras abrazaban sus carpetas en torno a sus pechos.
   Todos eran varones que rondaban los doce y los diecisiete años. No había mayores de edad, pues estos hacían bachillerato o ciclos formativos en los institutos cercanos de otros pueblos.
    La mayoría de los estudiantes que salían de clase, evitaban acercarse aquel estudiante que estaba sobre la moto, con la espalda encorvada y con humo saliendo de entre sus labios. Chuki era sin duda alguna el segundo adolescente más temido de todo Villamacho y, muy posiblemente, de todas las comunidades vecinas: Sus quince años no eran motivo para subestimarle. En sus ojos se ocultaba la mirada del tigre, y sus facciones habían sido endurecidas por las constantes peleas que lo habían convertido en uno de los jóvenes más prometedores y que más se imponían. Bajo una gorra que siempre llevaba, un pelo moreno de textura ondulada acompañaba aquella cara de malote que no dejaba pasar ni una.
  
Aquel día había ido a buscar los diez gramos de hachís que un colega suyo le debía, cuando vio a los dos novatos, hijos de la profesora, salir por la salida del instituto perseguidos por el grupo de Alex y sus matones. Estaba lo suficientemente cerca como para escuchar todo lo que pudiesen decir, y a pesar de eso no iba a entrometerse. Los recién llegados no le daban ninguna pena, y aunque no le caían en gracia el grupito del gordo, tampoco tenía nada contra ellos.
— No os he visto en el patio. ¡Y mis bocadillos! -vociferó aquella bola de grasa, considerada el líder del grupo.
— Yo… Yo… -comenzó a decir el menor de los dos hermanos, alzando las manos y retrocediendo un par de pasos.
— Ya os dije que lo que pasaría si no… -El matón se acercaba a los dos hermanos preparado para golpearles, cuando fue interrumpido por una voz femenina de tono musical, atrayendo la atención de todos y cada uno de los jóvenes que había alrededor.
— ¡Jaume! -saludó la veinteañera desde la otra punta del patio. Había levantado la mano, moviéndola de un lado para otro como si eso les fuese ayudar a verla mejor.
— Que coño… -Alex paró en seco mirando a aquella joven pechugona, como si no hubiese visto una mujer en su vida.
— ¿Quién es? -Raúl, el pelirrojo, avanzó dos pasos para colocarse al lado de su amigo. Hizo esta pregunta al viento, una que nadie respondió. Domi y Santi se acercaron a los dos hermanos y a sus dos amigos.
— ¿La conocéis? -les increpó el mismo que les había pegado días atrás.
— Vuestra… ¿Vuestra hermana? -inquirió abriendo sin darse cuenta la boca mientras veía como aquel ángel se acercaba sonriente.

Olivia parecía impermeable a las miradas de todos aquellos chavales. Llevaba puesta una falda que le llegaba hasta las rodillas y un top que le tapaba bastante bien el escote pese a no ser capaz de disimular la enorme curva que producían sus senos. Su pelo caía en cascada por su espalda, con dos vertientes sobre sus hombros escondiendo la mayor parte de su cuello y sus pechos.
— ¿Son vuestros amigos? -preguntó a sus hermanos sin dejar de mirar al grupo de cuatro que tenían al lado. Los estudio con mirada inquisitva, pero sin dejar de sonreir. Ninguno de sus dos hermanos contestó.

El menor de los dos hermanos no pudo evitar sobresaltarse cuando Alex le pasó el ancho brazo sobre los hombros y lo acercaba amigable para si mismo.
— Amigos, amigos… No. Nos estamos conociendo. ¿Eres su hermana? -explicó el chico obeso antes de preguntar.
— Soy Olivia, y sí, soy su hermana.

Prácticamente se abalanzaron sobre ella como buitres en celo.
— Yo soy raúl -dijo el pelirrojo plantándole dos besos. Fue empujado a un lado por un segundo con los ricitos de oro, que le plantaba impaciente otros dos besos.
— Y yo Santi.
— Yo soy Domi -se presentó en penúltimo lugar con otros dos besos el quinceañero con larga cabellera, la cual la llevaba recogida en una práctica coleta. Alex fue el único que no le dio los besos, tal vez cortado por haber sido el que había golpeado a sus dos hermanos menores prácticamente cada día.
— ¿Y tú? -preguntó con voz musical dirigiéndose al grandullón que estaba agarrado a los hombros de su hermano Jaume.
— Alex.
— Encantada -No lo dijo forzada, realmente le había hecho mucha gracia y le habían parecido todos muy simpáticos.
— Igualmente -dijeron todos de manera desincronizada.
— Bueno, me llevo a estos dos enanos para casa. Ya nos veremos -se despidió guiando a sus dos parientes hacia el camino de vuelta.

Los cinco, incluyendo al Chuki, miraban estupefactos como movía la falda de aquella veinteañera al alejarse junto a Pedro y Jaume. Esta los pilló de pleno cuando, de manera disimulada, echó la vista atrás para mirarlos de reojo. Una amable sonrisa nació en sus labios antes de volver a mirar hacia adelante.
   Al vivir en las afueras les quedaba una caminata de treinta minutos antes de llegar a su casa, tiempo que el grupo de cuatro se pasaría debatiendo sobre aquella mujer que acababa de aparecérseles.
— Tenemos que hacernos amigos de Jaume y Pedro.
— Pues lo llevas claro… -le respondió el pelirrojo al gordo, recordándole el trato que habían recibido de ellos.
— Nos disculpamos y les prometemos que no volveremos a pasarnos con ellos. Lo importante es meternos en esa casa…
— ¿Habéis visto las enormes tetas que tiene? Me muero por vérselas sin camisa… Tienen que ser increíbles -comentó Curro intentando imaginárselas.
— Claro. Si nunca has visto unas tetas en tu vida, al menos que las primeras sean dos grandes bellezas como esas.
— Entre la madre y la hija… -comentó Santi, jugando con su flequillo de mechones dorados.
— Con la madre no tenemos ninguna posibilidad, además… En el pueblo van por Sandra a muerte… Pero la hija casi no sale de casa. Si nos metemos en ella…
— Pues ya sabéis, a comerles la polla a esos dos idiotas.
— Que os lo habéis creído -Reconocieron la voz al instante. Chuki se bajó de la moto y se acercó al grupo de los cuatro.
— ¿El qué?
— Os habéis creído que tenéis una sola posibilidad con una o con otra.
— No te pases, tio… -Alex, el más corpulento del grupo, no podía evitar agachar la cabeza ante el macarra. Incluso siendo cuatro contra uno, estaba claro quien tenía la sartén por el mango.
— ¿Qué no me pase? -le cuestionó envalentonándose. En su sien se marcó unas venas verdosas que indicaban peligro, y una cicatriz que tenía en su ceja, en forma de corte, se enrojeció.
— Quiero decir que hasta que no lo intentemos -se excusó alzando ambas manos.
— ¿Y cómo lo vais a hacer? ¿La vais a violar entre los cuatro o cómo? -En los ojos del macarra había un brillo de astucia, claramente había visto una oportunidad para acercarse a aquella veinteañera que se le había antojado.
— Nada de violarla.
— Entonces lo lleváis claro. No se fijaría en vosotros ni flipando -presupuso con tono burlesco.
— ¿Y de ti sí? -un puño, invisible de lo rápido que era, le golpeó con un gancho en la mandíbula. El golpe dejó aturdido a Alex, que cayó de culo. Sin bajar la guardia, Chuki se encaró a los otros tres preparándose para continuar con la pelea, pero estos se limitaron a levantar las manos y enseñar las palmas, conciliadores. El macarra se dio la vuelta y se acuclilló frente a su víctima ante la impotencia de sus tres amigos.
— Gordo, que te reviento -le avisó-. No juegues conmigo -Alex no respondió-. ¿Sabes porque te he golpeado?
— Por provocar -Equivocarse le costó una colleja, que le hizo cerrar los ojos como si acabase de estornudar.
— Porque te tenía ganas. Sin que te hayan dado motivos, te has metido a muerte con esos dos y ahora te arriesgas a que les hablen mal de vosotros -El golpeado, ante la impasividad de sus socios, se limitó a agachar la cabeza y callar-. Como te vuelva a ver meterte con uno de esos dos, el que te reventará seré yo. Y lo mismo va por vosotros tres -anunció reincorporándose-. Me gusta vuestra idea, nos vamos a hacer amigos de esos dos para poder entrar en su casa. Así que ya podéis tratarlos bien… ¿Me habéis entendido?

Los otros tres asintieron mientras el gordo se levantaba. Perfectamente el macarra podría haberles dicho que ni se acercasen a esos dos, acaparando la posibilidad de ser el único que interactuase con la veinteañera. No obstante sabía que si iba solo, ella no bajaría la guardia, y si iba con aquel grupo de parguelas pasaría desapercibido y no lo tomaría en serio.
   Aunque le llevaría tiempo, pensaba hacer suya aquella puta. No esperaba que ninguno de esos cuatro tuviesen la soltura suficiente para conquistarla, y si se lo montaban bien, podrían formar un grupo de amigos en el que ella fuese el centro.
   Chuki era uno de los pocos adolescentes que había estado en el barderPepe el día que el alcalde dio por iniciada la caza de las dos hembras. Era consciente de las normas; reglas que eran ley en aquel pueblo. Según estas, no podían molestar a la familia en su finca pero… ¿Quién decía que ellas no pudiesen invitarlos a entrar?

Pese a no ser amigos, el grupo de Alex y el propio Chuki decidieron colaborar para realizar un caballo de Troya en la casa de Olivia.


***

Hacía apenas unos minutos que habían dejado atrás a aquellos matones. El inesperado acto de presencia que hizo Olivia había aliviado a ambos hermanos; Pedro no entendía ni sabía porque ella había ido a buscarlos hasta que Jaume, entre susurros a espaldas de su hermana, se lo contó:
— Podrías haberme dicho algo.
— Como siempre me decías que no contase nada a nadie.
— Ni se te ocurra decirle a Oli lo que nos hacen. ¿Me has entendido?
— ¿Pero por qué? Ya has visto como nos han tratado delante de ella.

``El muy idiota no se entera de nada´´ se lamentó Pedro mirando de reojo a su hermana, que caminaba frente a ellos.
— Precisamente por eso. La han tratado así porque no sabe nada… ¿Cómo crees que la tratarían si supiese lo que nos han hecho? Además… -volvió a mirar a su hermana para asegurarse que no le oía:-… Creo que nos van a tratar muy diferente a partir de ahora.

Olivia había consentido a Pedro que apartase al más pequeño de los tres para decirle ``en secreto´´ algunas cosas, pero no iba a tolerar que la mayor parte del camino lo cruzasen de esa manera. Se dio la vuelta y se encaró a su hermano.
— Bueno. Vale ya… ¿No? Encima de que os voy a buscar, vuelvo sola si os parece.

Sus dos hermanos se excusaron, alcanzándola y caminando a su lado mientras ella se animaba a preguntar sobre los chicos que dejaban atrás.
— Y… ¿Esos amigos vuestros?
— ¿Qué pasa con ellos? -Pedro no pudo evitar ponerse de mal humor al ver que su hermana se interesaba por ellos.
— Si os relacionáis mucho con ellos.
— No mucho -se limitó a contestar.
— Parecían bastante amigos vuestros -puntualizó demostrando haber sido engañada con éxito ante la actuación de aquellos jovenzuelos.
— No son amigos nuestros.
— Pues tal vez deberían serlo. Necesitáis integraros -Le respondió Olivia al hermano mediano. Jaume no abría la boca para nada y parecía ser un muro que separaba al perro y el gato que eran esos dos.
— Intégrate tú.
— Ya me gustaría tener gente con quien integrarme -replicó la mayor dolida. Nunca había tenido problemas para hacer nuevas amistades, pero desde que se había mudado todo le iba mal.
— Pues hazlo -repitió, cansino.
— Como no me haga amiga de las viejas… Ya me dirás tú.
— No te hagas la víctima, Oli. Tú al menos no tienes que ir a ese puto instituto y aguantar a esos paletos -La presión que sentía le acabó haciendo explotar, mostrando por fin lo que pensaba sobre que su hermana se quedase en su casa.
— Si fuese por mi yo también iría a estudiar.
— El plan de mi vida -ironizó mirando hacia el cielo.
— Es mejor que estar en casa sin hacer nada… Aunque seguramente como eres un vago de cuidado a ti eso te encantaría. Anda, deja de quejarte y haz un par de amigos, que no te vendrá nada mal.

La respuesta silenciosa del aludido consistió en fulminarla con la mirada, evitando continuar la discusión. Pese a esta, Jaume estaba contento pues podría haber acabado todo mucho peor.
    Tardaron unos veinte minutos más en llegar a su casa mientras Jaume le contaba anécdotas que habían sucedido en clase, quejándose de lo malos enseñando que eran los otros dos profesores.
    Lo primero que hizo Pedro al llegar fue apartarse de sus hermanos y encerrarse de un portazo en su habitación. Por el contrario Olivia, ignorando al mediano, aprovechó para hacerle la merienda a Jaume mientras este le gastaba bromas y ayudaba poniendo la mesa.


***

Las palabras de su hermano habían calado ella. En aquel momento no había nada que desease más que formar un grupo de amigas como las que había dejado atrás en Barcelona.
   Pese a los muchos buenos momentos compartidos, la mayoría del circulo de amigas se había olvidado de llamar y de ponerse en contacto con ella. Laura, una de sus más íntimas conocidas, fue la única con la que hablaba constantemente alimentando aquel sentimiento de melancolía y añoranza. No culpaba al resto por desinteresarse, lo más práctico es que ellas hiciesen su vida y ella la suya propia, pero la situación en la que se encontraba no era buena y al no tener a nadie solo conseguía sentirse más y más sola.
   Su novio, sabedor de como se sentía, intentaba llegar antes del trabajo evitando pasar por el bar donde iba su suegro para estar más tiempo con su pareja, algo que Olivia agradecía profundamente. El sexo seguro sustituyó las solitarias tardes, y la presencia de su novio la animo hasta que él comenzó a cansarse.
   Inconscientemente empezó a buscar excusas para volver a la finca más tarde, aprovechando para quedarse más tiempo en el mismo trabajo o rodearse de sus nuevas amistades de bar. ¿Y cómo iba a culparlo? Hasta ella se había agobiado de pasar tanto tiempo con él sin hacer nada.
   En poco menos de una semana había pasado de sentirse llena gracias a la presencia de su novio a volver a la rutinaria soledad. Cada vez ansiaba más y más hacer nuevas amistades -preferentemente de su misma edad-, pero no había lugar donde encontrarlas.

Por otro lado, los dos hermanos menores acudieron el día siguiente al instituto con temor de que las agresiones empeorasen tras haberse saltado la ración del día previo. Sin embargo, se encontraron con unos dóciles y agradables compañeros que se tomaron la molestia de encontrarlos y llevarlos a una zona de poco tránsito, donde pudiesen hablar con comodidad y sin interrupciones.
   La voz de alarma se disparó en la cabeza de Pedro al ver a un chico que no había visto antes pero cuyo aspecto indicaba mucho más peligro que el mismísimo Alex. No debía tener más de diecisiete años a pesar de aparentar bastantes más. Una barba mal repasada ocupaba la mayor parte de su cara, y una cicatriz en forma de corte atravesaba su ceja izquierda. No obstante y pese a lo mucho que se impusiese, ese chico desconocido ni se acercó; se limitó a observar en silencio desde la distancia, como si estuviese simplemente supervisando el trabajo de los demás.
   El gordo, siendo el único que le había pegado, se mantuvo en segundo plano. Del grupo de los cinco era el pelirrojo esta vez el que estaba adelantado, este tenía cara de zorro y cada cosa que decía parecía tener segundas intenciones. Era él quien los había parado a ambos en mitad del pasillo y el que, de manera cautelosa y agradable, los había guiado hacia aquel recoveco del instituto.
— Hemos estado hablando con Alex y creo que nos hemos pasado, todos. No estamos acostumbrados a que haya gente nueva y os usamos para divertirnos un rato.

Siendo consciente de no parecían intención de golpearles de nuevo y sin abandonar la cautela, aprovechó para quejarse.
— Pues vaya manera de divertirse…
— Sí, bueno… Por eso nos disculpamos -continuó con suavidad. El pelirrojo entrecerró los ojos mientras chasqueaba la lengua. De todos los presentes, posiblemente era el que mejor hablaba del grupo, o al menos eso pensó Pedro.
— Debo entender que no volverá a pasar nada de lo que ha pasado hasta ahora -preguntó receloso, fulminando con la mirada al gordo. Este evitaba mirarle todo lo posible, pero cuando lo hacía demostraba que no estaba de acuerdo con nada de lo que decía. Si ya era raro por el repentino cambio de comportamiento, fue entonces cuando supo que estaban tramando algo. ¿Pero qué?
— Entiendes bien -aseguró con una sonrisa-. Es más… Te… Os compensaremos por lo que habéis tenido que aguantar. Alex, ven -El gordo fulminó con la mirada al zorrón de su amigo, pero ni dijo nada ni tampoco dio indicios de pretender moverse.
— Gordo -esa única palabra dicha por el chico de la gorra fue suficiente para que el gordo agachase la cabeza y se acercase, situándose al lado del pelirrojo.
— Pégale.

La invitación de Raúl fue demasiado tentadora para Pedro. Este había sido golpeado durante muchos días por chorradas, y aunque se pudiese granjear el odio de aquel troll, ya le habría golpeado si le hiciese titubear lo que podría pasar después.
— Vamos, pégale. Véngate -La presión de este no lo coartaba, al contrario, lo animaba-. ¡Que se los devuelvas!

El mediano de los tres hermanos enseñó los dientes mientras endurecía el rostro. Alex reaccionó, pero lo hizo tarde. Experimentó un furioso puñetazo en la tripa que le revolvió las tripas y, pese su peso y su fuerza cayó de rodillas más por satisfacer a Chuki que por el dolor. Otra patada le dio en el brazo, haciéndolo caer al suelo, y otra le dio en el centro de los dos muslos, sin golpear nada importante. Totalmente desatado, soltó unas últimas dos patadas sobre el ombligo de Alex antes de retroceder un par de pasos.
   El quinto macarra -cuya identidad permanecía desconocida para Jaume y su hermano mayor- comenzó a aplaudir avanzando hacia ellos un par de pasos. No sonreía, pero estaba claramente satisfecho.
— Eso es lo que tendrías que haber hecho el primer día. Si te dejas, te joderán. Si plantas cara, aunque pierdas, te ganarás su respeto. Eso sí -dijo tendiéndole la mano al gordo, el cual estaba demasiado ocupado reprimiendo los gemidos de dolor. Le agarró la mano y pese a la diferencia de peso lo levantó sin dificultad-. Estas peleas se han acabado. Él te golpeó, tú se las has devuelto. ¿Te queda claro?

Algo hizo a Pedro asentir sin pensárselo dos veces. También le dio la mano en cuanto este se la tendió, presentándose.
— Me llaman Chuki.
— Pedro.
— Jaume -se presentó este en cuanto, con el corazón todavía a mil, le prestaba su mano al macarra.
— Vamos a llevarnos muy bien. Si alguien os molesta, me lo decís a mí.

No se le escapó el detalle que del grupo de cinco, Alex fuese el único que no se presentase. Después de que el joven con gorra y barba se presentase, los otros tres lo hicieron en una ordenada estampida.
— Yo soy Raúl -se presentó el pelirrojo con cara de zorro. El siguiente fue Santi, el ricitos de oro y por último Domi, de cabello largo. Pese a no saber que tramaban prefirió no desaprovechar la oportunidad, fuese lo que fuese sería mejor que los tratos que habían recibido él y su hermano los días anteriores.

Alex lo fulminó con la mirada, prometiéndole que se la devolvería. Estaba claro que temía a Chuki y no haría nada por molestarle… ¿Cómo iba a devolvérsela si no podía tocarle? Pedro no pudo evitar sonreír, intentando hacer todo lo posible porque los otros cuatro le cayesen lo mejor posible.
   Después de ese día, Jaume y su hermano no tuvieron más problemas en el instituto. Pasaban cada día en el patio junto a su nuevo grupo de amigos sin entender que simplemente estaban siendo utilizados.

Pasar tanto tiempo con su novio llenó tanto su agenda que no volvió a acudir al instituto a buscar a sus dos hermanos. Cuando Alex y su grupo les preguntaron cual era la razón de que la veinteañera no volviese, no obtuvieron respuesta. Continuaron regando su amistad, sabiendo que no tardaría en dar sus frutos.
   Sin embargo, pasar tanto tiempo juntos sin nada que hacer acabó pasando factura tanto a Olivia como a su novio, y este, huyendo la rutina, comenzó a evitar pasar tanto tiempo con ella poniendo todo tipo de excusas: Trabajar durante más horas, que tenía que ir a tal sitio después del trabajo, que si había quedado con otros granjeros para ir a tomar algo… No era que su pareja no lo entendiese, pues ella habría hecho lo mismo si hubiese podido. Al no tener amigos ni posibilidad de hacer nuevas amistades de su edad, volvió a surgir en su interior la impotencia y la frustración de pasar todo el día sin hacer nada.

Ante la insoportable inactividad y ante la imposibilidad de hacer amistades en el pueblo, solo quedó la opción de sociabilizar yendo a buscar a sus dos hermanos al instituto, una idea que no le desagradaba en absoluto estando en aquella situación.


0.4: Volviendo a casa

— Vaya ganas de reventar a ese imbécil -Alex lanzó una mirada asesina a Pedro, el cual bebía agua de la fuente junto a su hermano. Raúl rio asintiendo centrado en su móvil mientras los otros dos cotilleaban entre susurros-. ¿De qué habláis? -les preguntó a Domi y Santi.
— Que no tengo ni puta idea de cómo conseguir que nos inviten a su casa.

El pelirrojo soltó una carcajada mientras ocultaba el aparato en el bolsillo derecho.
— ¿Os extraña? Después de esa bienvenida que les dimos.
— Desde entonces los hemos tratado bien.
— A pesar de que sean unos niñatos. Tiene una paliza el bocazas ese -recalcó el gordo, en ningún momento había dejado de fingir su aversión por Pedro.
— Podríamos invitarlos a nuestras casas primero.
— Cállate peluca, eso solo es una pérdida de tiempo -le ordenó Alex a Domi haciendo que este agachase la cabeza-. Y encima no hay noticias de su hermana. ¿Cómo nos vamos a acercar a ella si ni viene a buscarlos?
— Lo mejor es preguntarles directamente -comentó con naturalidad Raúl antes de que los dos hermanos se acercasen suficientemente-. Jaume. ¿No viene a buscaros vuestra hermana?
— Que va. Ya le pregunté y me dijo que tenía muchas cosas que hacer…
— Una pena… Me pareció muy simpática.
— ¿A qué sí? Es una pena que se sienta tan sola.

Su hermano le castigó por aquel comentario dándole un disimulado codazo; Jaume nunca había tenido demasiada picardía, y de lo bueno que era, era tonto.
   ``Será idiota…´´ se dijo así mismo Pedro mientras reprimía para no llevarse la mano a la frente.
— ¿Se siente sola? -Los cuatro matones olieron la misma oportunidad, agudizando la oreja e interesándose por aquel comentario.
— Si, como aquí no hay chicas de su edad.
— Pobre… -se lamentó el pelirrojo echando una disimulada de satisfacción a sus otros tres amigos antes de continuar, ninguno de los dos hermanos se dio cuenta de esto-. El pueblo es lo malo que tiene… Con lo buena que es seguro que hace amigos enseguida -Terminó de hablar justo cuando sonaba el timbre que señalaba la reanudación de las clases.

Pese a que el resto de horas les pasaron lentas e insoportables, se vieron recompensados con la visita de Olivia que, esperándoles junto a los coches de los profesores en la salida, saludaba a sus hermanos para que se acercasen a ella.
   A pesar de que esta estaba centrada en Pedro y Jaume, enseguida se vio rodeada de aquellos cuatro macarras que interpretaban a la perfección su papel de niños buenos.
— Hola guapísima -le saludó Raúl plantándole dos besos en las mejillas, seguido por otros seis de sus amigos-. Ya tardabas en venir a vernos.
— Pues lo llevas mal porque lo que vengo es a buscar a estos dos enanos.
— No seas tan cruel… -le contestó el pelirrojo echándose a reír antes de pasar su brazo por encima del hombro de Olivia y andar hacia el camino de vuelta que llevaba hasta sus casas. La veinteañera no pareció incómoda por haber sido agarrada de esa manera, ni tampoco reaccionó mal cuando Domi, el peluca, pasó su brazo en torno a la cintura de la chica justo por debajo de sus costillas.

Anduvieron muy juntos, seguidos por Alex, Santi, Pedro y Jaume. La joven se reía ante las ocurrencias de Raúl que con labia le murmuraba cerca del oído. Así fue hasta que Olivia se separó de ellos para caminar rodeada de todos, siendo ella el centro.
   Mientras que el hermano más pequeño reía a todas las gracias de sus nuevos amigos junto a su hermana; Pedro se mostraba receloso y observaba desde la distancia, preocupándose por el hecho de que su hermana riese tanto las gracias de aquellos payasos.
   El número de los caminantes fue mermando a medida de que iban acercándose a sus casas hasta que Raúl fue el último en despedirse. Dándole un exagerado abrazo y plantándole dos besos antes de largarse.
   Era un hecho que su hermana volvería a buscarlos el día siguiente, y también el posterior. Hacía tiempo que no la veía reír de esa manera y le preocupaba seriamente.

***

No se molestó en apartarla de Jaume ni tampoco esperar a entrar en la casa. Cuando estuvieron dentro de su parcela, cruzando el caminito que llevaba hasta la puerta de la casa principal, le increpó lo que le molestaba:
— Que amiguita te has vuelto de esos cuatro. ¿No? -una sonrisa nació en los labios de la aludida.
— ¿Te molesta?
— Son unos imbéciles.
— Esos imbéciles son tus amigos -razonó llevándose el dedo índice al mentón mientras lanzaba la mirada al cielo.
— No son mis amigos -Le contradijo claramente molesto.
— Pero vas con ellos.
— Seguí tu consejo de integrarme -mintió el mediano. Claramente iba con ellos porque era mejor que el trato que recibía de ellos mismos al principio. Sabía que estaban interesados por su hermana, una certeza nacida por las constantes preguntas de ellos sobre ella y confirmada por la cercanía que habían mostrado con ella. Pero era el comportamiento de ella lo que le había molestado, como se había dejado agarrar por el pelirrojo y el coletas.
— Creo que yo también seguiré el tuyo y me integraré.
— Con esos imbéciles.
— Con esos imbéciles -repitió ella, chinchándole.
— Te tratan así porque eres mujer.

Olivia no pudo evitar soltar una carcajada, como si le hubiese entrado la risa floja.
— No digas tonterías. No todos los chicos son tan salidos como tú.
— ¿¡Has visto cómo te han agarrado!? Si prácticamente te estaban sobeteando -explotó en un grito furioso, algo que no alteró lo más mínimo a su hermana. Jaume escuchaba la conversación de ambos olvidándose de cerrar la boca.
— ¿A eso lo llamas sobetear? No, enano. No les habría aguantado que me sobeteasen, simplemente son extrovertidos. Hay gente que es muy tocona y eso no tiene que significar nada.
— ¿Es esa tu excusa para actuar como una zorra?

La sonrisa de Olivia desapareció para exhibir unos labios curvados hacia abajo. Le cruzó la cara un par de segundos después, sin reprimir su fuerza, dejando la mejilla de su hermano mediano enrojecida.
— Vuelve a decir algo parecido y te volveré a dar. Y si te jode que me lleve bien con tus nuevos amigos te vas a tener que joder, porque a mí me están cayendo muy bien.
— ¿Pero eres idiota o qué? ¿¡No te das cuenta de que están fingiendo!? Ellos no son así.
— Oh, el tonto de mi hermano pequeño está celoso.
— No estoy celoso -comentó empalideciendo. Entre la bofetada y aquella acusación se le estaban quitando las ganas de discutir.
— ¿Te molesta que haga amigos nuevos? Como si tuviese que elegir.
— Cualquier opción es mejor que esos inútiles. Ya te he dicho que te están mintiendo.

La veinteañera miró primero a Pedro y luego a Jaume, este no pareció dispuesto a apoyar a su hermano. Como pensaba, el muy inocente se estaba tragando la actuación del grupito de Alex. El hermano mediano había sido receloso desde el principio, sabiendo que ni su hermano ni él pertenecerían nunca al grupito ese. Unos matones que los habían dejado entrar para obtener algo, muy posiblemente acercarse a su hermana… Y lo estaban consiguiendo.
   Dando la discusión por perdida, dejó plantados a esos dos y se marchó hacia su habitación donde cerró con un portazo antes de golpear varias veces la pared cagándose en todo lo que se meneaba.
    Olivia no lo había reconocido, pero también había notado de lo listillos que eran esos mocosos. Le caían bien, y se creía que lo simpáticos que eran era una actitud real, pero no era ingenua y sabía que se habían interesado en ella como mujer y no como amiga. Aún así ella tenía novio y no se iba a acercar a ellos para darles ninguna oportunidad, sino para hacer amigos nuevos.

No había mentido: No tenía demasiado para elegir, solo podía jugar con las cartas que le tocaban, y en aquel momento su única opción de ampliar su vida social eran los amigos de Pedro y Jaume.

Fin.

38 comentarios:

  1. Buen arranque de la que tiene pinta de que va a hacer una saga super erótica, me gusta que vuelva a cero el nivel de putas de ambas mujeres ya queblo mejor del anterior fue la perversion sumada con el desenlace, en este pensando que van a ser los macarras del pueblo le da tremendo morbo. Espero con ansias la primera parte, saludos.

    Ioher

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  2. Que las droguen, que las droguen

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    1. Que esten inconcientes o drogadas le restaria erostismo al asunto.
      Es mas morboso cuando estan concientes de lo que hacen, que se dejen llevar por las pasiones y el morbo, tal vez por coaccion al principio pero despues disfrutar de esas fuertes emociones.
      MegaMan

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  3. Me encanta. Animo zorro. Espero que sigas asi de inspirado.

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  4. Creo que esta muy trillado esta tematica así como la planteas creo que tienes capacidad para elaborar mas que eso, un ejemplo: por que no es alguien que de verdad sea un amigo de sus hermanos y que siempre le haya sido indiferente el a ella y que olivia se empieze a fijar y que de propicio a encuentros tratando de llamar su atención y al final la que acabe conquistando sea olivos que lo pervierta y después que de el salga estar con Sandra para tenerlas a las 2 alguna idea parecida tu eres el experto.

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    1. No estoy de acuerdo. No me parece trillado.
      Con tu logica, todos los temas serian trillados porque todos han sido tocados de alguna manera u otra por muchos autores.
      Creo que no se trata del tema si no de la forma como el autor lo desarrolle lo que le da la magia.
      Que a ti no te guste no significa que este "trillado". Para mi esta muy interesante la introduccion.
      MegaMan

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    2. Trillado en la historia en general,se que las formas podrán ser morbosas, pero giros en la historia donde de antemano no sepas el hilo general de la historia seria aire fresco para los lectores e incentivaría la imaginacion y seria un reto para el escritor, al final se que el resultado sera morboso y nos gustara, pero imaginar que la historia puede dar giros y no saber donde parara que nos mantenga con la incertidumbre seria muy interesante de explorar.

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  5. Me ha encantado la introduccion de esta nueva saga. Promete muchisimo y estoy ansioso de saber mas.
    A mi este tema de los adolecentes macarras ingeniandoselas para seducir, manipular y beneficiarse lindas chicas mayores me encanta.

    Gracias Zorro por esta nueva obra de buen erotismo y morbo.
    MegaMan

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  6. Agradezco los comentarios de todos y todas, aviso de que aunque no conteste estoy al tanto de lo que escribís tanto si es bueno o malo.

    Sobre lo de si algo está trillado o no, sinceramente me da igual. Yo no escribo tanto para gustar como para escribir la historia que tengo en mente. Si quisiese ser muy leído escribiría sobre incesto, que es el género más leído de todorelatos.
    Cada escritor tiene su estilo, sus ideas y su manera de narrar. Yo el capítulo dos siempre he tenido claro como quiero hacerlo, y es tal como lo estoy presentando. He metido 6 adolescentes, cada uno bien diferenciado del resto, y cada uno hará las cosas a su manera.
    Puede que sea un tema muy recurrido, pero si ahora mismo buscáis en TR o webs alternativas algo tipo ''adolescentes que intentan seducir, conquistar y someter a adultas que se les resisten'', muy posiblemente no encontréis casi nada. Además, lo que hay escrito generalmente son personajes sin personalidad, de relleno.
    Hay relatos MUY buenos, pero no son mis relatos. E ignorando cuantas partes haré de este capítulo, tengo claro que quiero jugar con el morbo ''de abusar''. Ya dije que este relato iba a ser mucho más gamberrete e irreal que el anterior.

    Habrá gente a la que no le guste, y habrá gente a la que sí... Pero será mi relato. No voy a cambiar lo que tengo en mente por un quizá. He reiniciado ''la historia'' porque dos mujeres fieles dan mucho más juego que dos infieles, y estoy haciendo una presentación tan larga de estos matones porque tengo planeados varios ''caminos'' que tendrán que recorrer... Y ahí está para mí la gracia. Saber lo que quiero hacer, pero ni yo mismo sé como lo haré ni como acabará. Tal como pasó en el capítulo uno con Prono.

    Un abrazo a todos y todas.

    PD: El relato no está terminado, tengo que continuarlo.

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    1. Una vez mas coinsido contigo. Estos temas son dificiles de conseguir en paginas como todorelatos por estar censurados por tener involucrados menores. Lo que lo hace mucho mas morboso. Personalmente los temas de incesto a mi si que me parecen trillados. Por el contrario este tema me gusta mucho mas.
      Me ha encantado el desarrollo de estos personajes.
      Sigue tu instinto y haz lo tuyo que es genial
      MegaMan

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  7. Presentaste un excelente inicio de capitulo, lograste desarrollar la presentacion de personajes de una buena manera y el inicio de la historia es bastante prometedor. no cabe duda de que eres un excelente escritor y tienes muy buenas historias lo unico que observo es que extiendes demasiadola trama lo que la hace algo larga y poco cansada, en cualquier caso esperamos ansiosos la siguiente parte, saludos desde ciudad de mexico.

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  8. Prólogo, prometedor, tiene buena pinta, los nuevos "amigos" y el rol de la hermana morboso(no entiendo a la gente que dice que es una copia, o no son originales, todos los relatos parten de escenas morbosas, luego, no son algo novedoso, lo que lo hace especial es tu toque mágico, es lo que les hace increíbles). Y en cuanto a la extensión de los relatos, a mi... se me hacen hasta cortos. Como siempre gracias maestro.

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  9. Ufff que bueno esta esto....


    MegaMan

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  10. Muy buen comienzo y muy buena la idea de empezar de cero, eso le da muchas mas posibilidades a mi entender.

    Fer33

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  11. Hola, primero de todo darte la enhorabuena por tus relatos. En mi opinión, creo que en este capítulo la temática de juegos (escondite, gallinita ciega, el juego de la silla, etc) podría aportar mucho. Un saludo.

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    1. Creo que estan un poco grandes para eso. Son adolecentes. ahora bien la botella seria morboso....

      MegaMan

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  12. Gracias por tus relatos, además de que eres uno de mis autores favoritos, esta temática en particular me encanta.

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  13. Agradezco todos vuestros comentarios, tomo nota de las preferencias/peticiones e informaros que todo avanza sin problemas. Llevo un buen cacho del capítulo 1 escrito que muy posiblemente sea el borrador definitivo, es decir, que dejaré lo que hay pero me faltará retocarlo o añadir cosas.

    No hay fecha de publicación a la vista porque muy posiblemente haré un relato muy muy largo y luego lo dividiré en partes. Un saludo.

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  14. El otro día puse un comentario y no ha salido publicado.
    Bueno, venía a decir que quizás es n determinados momentos se pierde uno con tantos nombre. Y otra manera de decirlo, que le das mucha vueltas al asunto. Quizás deberías ir un poco más al grano.

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    1. Igual no se publicó el relato, por que no lo diste a "no soy un robot" y no le diste a publicar o te quedarías sin cobertura, a mi alguna vez me ha pasado y no se me ha subido el comentario.
      En mi opinión el cuerpo del relato y todos los detalles, así como la diversidad de los personajes, con sus múltiples personalidades y matices diferenciales, son algo que le aporta realismo al mismo. Sin todo eso, los relatos, se quedarian un poco planos y nos perderíamos la reacción de las damas a los diversos "retos" de los muchachos.
      Bueno es mi opinión.
      Zorro eres muy bueno, muchas gracias, sigue con tus relatos, muchos animos.

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    2. No.
      Ir al grano como tu dices seria banalizar el relato. El se esta tomando su tiempo desarrollando los personajes para darles realismo y profundidad. Y tampoco son tantos. Si prestas un poco de atencion te familiarizas rapidamente con todos ellos.

      MegaMan

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  15. Enhorabuena por este prometedor comienzo de capitulo. Y también, por ser en primero, en el top mensual de todo relatos. Eres un pedazo escritor, te agradezco de corazón que sigas escribiendo relatos y te animo a proseguir con ello.

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  16. De nuevo agradezco vuestro ánimo y apoyo, no pasa desapercibido ni lo ignoro, os lo garantizo.

    Como ya he dicho, pienso escribir un relato muy largo y dividirlo en partes. De esta manera lo tendré todo más controlado, pero reconozco que me estaba costando bastante darle realismo a este relato. No es algo tan fácil como que olivia se abra de piernas y ellos accedan, o la madre aparezca vestida de profesora mientras dice: Quedáis invitados a mi casa. No, me estaba costando bastante crear un patrón de comportamiento CREIBLE por parte de ellas, aunque sí que creo que lo estoy consiguiendo. Empecé 3 relatos que acabaron siendo borrados, este es el cuarto y como ya dije definitivo.

    A pesar de haber metido 6 adolescentes, no todos se llevan igual unos con otros. También decidí usar los tipos de pelo (rubio, pelirrojo, moreno, el de la gorra) para que os fuese más fácil identificarlos. Poco a poco la historia va cogiendo forma, aunque estoy indeciso sobre como continuar lo que llevo de relato. ¿Me apresuro o voy más lento? ¿Muestro a las dos mujeres receptivas o totalmente desinteresadas? ¿Continuo con A, con B o con C?

    Tengo claro que voy a usar más a Rob como recurso, aunque se me hace agridulce hacerlo participativo. Ya veré, aún me queda mucho trabajo por delante.

    Un saludo.

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  17. Yo creo que en este tipo de tematica, siempre funciona que ellas sean un poco distraidas, que no lo busquen sino que sean los mozuelos los que tengan sus dosis de picardia, de voyeurismo, que sean ellos los que busquen esas situaciones morbosas, porque al final es el morbo lo que hace que este tipo de relatos sean mas interesantes. Una vez que los chicos consiguen sus fines, ya la tematica pasa a un lado y todos los relatos se parecen. Por eso es tan importante que hasta que se llegue a ese punto de "sumision?" o "encoñamiento?", el relato sea mas o menos creible y que tenga altas dosis de morbo.

    Fer33

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    1. Exacto, sin embargo no quiero ceder toda la trama a ''estas dos mujeres son unas despistadas'', más bien prefiero hacerlas jugar con fuego y que se quemen. Que los subestimen y se acaben arrepintiendo.

      Aunque a la madre si que tengo pensado hacerla mucho más ingenua, a la hija irá todo de una manera muy distinta. No tendría gracia si las dos cayesen igual... jejeje

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    2. Me gusta este enfoque. Que sea una evolucion en la que poco a poco vayan permitiendo mas y mas hasta que sea muy tarde. Cada una a su manera pero al final llevadas por malfolladas, curiosidad, vanidad de sentirse deseadas, morbo etc..Me gusta la idea de los juegos que abriria muchas puertas a situaciones calientes, solo que sean juegos creibles. Por ejemplo la silla y escondite me parece demasiado infantil, pero algun juego de penitencias como la botella es muy excitante. Tambien me parece interesante que Rob tenga un poco mas de participacion mas no protagonico. Un poco de humillacion es muy morboso o un poco de complicidad y voyerismo por parte de Joaquin? Las opciones son muchas. Sigue tu instinto que hasta ahora ha desmotrado ser el adecuado

      MegaMan

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  18. Interesante enfoque. Que no le den importancia,que lo achaquen a lo torpes que son los peques, la madre lo puede achacar a la casualidad y la hija a la testosterona de los jovenzuelos, que se crean fuera de su alcance, como si jugaran en otra liga. Que los subestimen y poco a poco se introduzcan más y más en sus redes ellas mismas y se vallan enredando sin mas remedio que sucumbir a los deseos carnales de los pipiolos. Una buena idea que he visto por los comentarios, es introducir, el juego de la silla, o el escondite, o una "inocente" partida de cartas, o jugar a juego, verdad o atrevimiento, o al teléfono roto(diciéndole a las cosas obscenas a ver como reaccionan al recibir esos mensajes delante de su marido y su novio, respectivamente y ocultandolos o diciendo otros mensajes, siendo sobadas, amparándose en la oscuridad)
    Bueno, animo, eres muy buen escritor.

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  19. Tengo escrito unas 10.000 palabras de borrador. Me gusta la historia, pero los dialogos ofrecidos por Sandra y Olivia solo me han parecido meros bocetos de lo que podrían llegar a ser.

    Hay muchas cosas que no me convencen, así que voy a comenzar desde cero siguiendo la hoja de ruta que me he marcado. Ya he decidido que habrá juegos, aunque no sé cuales. También puedo avisar que habrá un breve guiño a una escena de piscina, aunque no diré como.

    Escribir este borrador me ha ayudado a profundizar como quiero que se comporten Sandra y Olivia, pues una cosa es decir ''será ingenua o desconfiada'' y otra cosa muy distinta es conseguir unos dialogos y una actitud creible. La irrealidad puede darme mucho margen, pero me ha costado encontrar esa linea entre lo creible y lo ficticio... Sea como sea, quiero conseguir dos personajes femeninos muy concretos ante la presencia de los adolescentes, algo que en el borrador no había conseguido porque no era capaz de imaginármelos.

    También he resumido bastantes escenas que me parecían innecesarias, así que para los amantes de los relatos largos puede haber una decepción. No es que resuma todo o lo apresure, pero hay escenas que guionizarlas haría el relato demasiado largo y tampoco quiero eso.

    El relato que tengo en mente da para tres partes, si lo alargo más ya será porque hay jugo que exprimir... aunque no creo.

    Un saludo

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  20. Otra buena idea, es, que se pongan a jugar y vengan embarrados y la madre saque su lado maternal y entre las dos, bañen a todos los pipiolos.
    Y tranquilo, tomate tu tiempo fenómeno.

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  21. Estaria guay que Olivia coquetee y se deje llevar por los juegos con los chicos por molestar a Pedro a tal punto que llegue a situaciones que se le salgan de sus manos.
    O que por furia ya que su novio no le presta atención suficiente sucumba ante el primero que se le presente, que una vez que haya tenido sexo sea chantajeada para seguir en el juego o que le tiendan una trampa para someterla.

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  22. Me gusta la trama que das, pero no te andes con tantos rodeos, el juego previo es bueno pero no exageres.


    Gusto en leer tus obras.

    Estokombo17

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  23. Me ha encantado este comienzo, el reset que has pegado vuelve a hacer MUY interesante todo, y además, que se produzca que al mismo tiempo que el capitulo uno de la un toque de morbo extra.


    P.D: perdona por no escribir en los blogs últimamente, he estado muy pillado con el trabajo y apenas pasaba tiempo por aquí, mis felicitaciones por todo lo que has hecho!

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  24. Hola, tan solo con el afán de poder aportar algo a tus estupendos relatos, te comento tres ideas que se me ocurren:
    - En primer lugar, creo que la madre podría pillar a los chicos en clase con un móvil, el cual habrían estado usando para tratar de tomas imágenes sexys de la profesora. Ella como castigo les requisaría el móvil y encargaría a la clase un trabajo acerca de los juegos populares tradicionales, para demostrarles que se pueden divertir sin tanta electrónica. Esta sería la vía para que los chicos fueran “invitados” por los hermanos a la casa para hacer el trabajo y tanto Olivia como la madre les enseñarían como divertirse con estos juegos (el escondite, la sillita, la gallinita ciega…). Creo que de esta manera se integrarían muy bien en la trama y darían muchas situaciones morbosas.
    - La segunda idea, es que por ejemplo empezasen a perfeccionar estos juegos con versiones más “sexys”. Por ejemplo, podrían jugar a una versión más picante de la silla en la que los chavales estuvieran sentados en las sillas y Olivia se fuese sentando encima de cada participante según se parara la música. Además Olivia podría hacer que Rob pusiera la música con la excusa de bailar sensualmente para él y calentarle un poco a ver si espabila, lo que no sabrá es que los chavales hábilmente tratarán de disfrutar con Olivia (que llevaría falda o un vestido veraniego vaporoso), y que ella pensando que solo el ocupante de la silla de turno y ella misma saben lo que estará ocurriendo bajo el vestido se dejará hacer poco a poco hasta “quemarse” (sin que Rob se percate).
    - También se me ocurre una escena en algún vehículo, que conduciría Rob y en el que Olivia estaría en la parte de atrás con parte de los chavales, mientras que uno de ellos con la excusa de ser un poco más gordo y tener que ir indicando al conductor iría de copiloto. Un camino bacheado y las continuas confusiones en las indicaciones del copiloto, harían que el trayecto se prolongase lo suficiente para hacer que los chavales y la propia Olivia “disfrutasen” del viaje. Por supuesto, me parece que lo mejor es que Rob, aunque sospeche, no se percate de la situación.
    - Por último, se me ocurre que sería buena idea incluir alguna escena en algún cine (por ejemplo un cine de verano en el pueblo) que podría incluir tanto a madre como hija.

    Muchas gracias por tus relatos, son muy evocadores. Espero con ansias el siguiente. Un saludo.

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  25. A Mr.x, no te preocupes, comenta cuando puedas... Si mientras comentéis ya me estáis dando una alegría.

    Al último Anónimo, agradecer tan extenso comentario.
    Por desgracia, ya tengo una buena parte del capítulo uno escrito, y aunque solo es el camino y me faltan crear los dialogos definitivos, los detalles y las actitudes de los personajes, algunas cosas que has puesto van en contra de lo que tengo pensado.
    Os complacerá saber a todos/as, que tengo previsto meter juegos (como ya dije no se cuales), pero si irían motivados por la idea de que no tienen otra cosa que hacer. De todo el pueblo, pocos son los que tienen móviles y ordenadores (Raúl, el pelirrojo, es el único), y hago eso precisamente para potenciar ese morbo de niñatos aburridos que tienen cero tecnologia para entretenerse. Por lo tanto, habrá juegos que impliquen contacto físico.
    Lo del cine es una casualidad, porque ya había pensado en ello. No tengo ni idea de como lo plantearía si lo llegase a hacer, pero no sería ni al comienzo ni a mitad del relato, sino más bien tirando para el final.
    También he decidido jugar con la perspectiva de cuatro personajes (de momento): Pedro, Chuki (Fernando) y Rob. Esto quiere decir que no voy a decir ni informar de lo que piensan Sandra y Olivia; vosotros/as solo veréis lo que vean, crean e interpreten estos tres personajes, pudiendo sumar al cuarto que sería Joaquin.
    Por último, como ya dije, tanto Sandra como Olivia serán mucho más sugerentes y abiertas, sin dejar de ser fieles. Pero cada una percibirá de manera diferente el comportamiento de los adolescentes, una más desconfiada que otra...

    He hecho un comentario tan extenso para auto-organizar mentalmente lo que tengo que hacer, pues justo ahora mismo empezaré desde cero el relato. Ya veremos como evoluciona, pero de momento creo que va bien.

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  26. Gracias por mnatenernos informados amigo. Suena muy bien.

    MegaMan

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  27. Un comienzo prometedor.
    Para intentar agilizar el relato te propongo algunas
    ideas de juegos que incluyan contacto físico y/o humillación:

    -Twister (o Enredos) el juego de colocar una mano en un color la mano en otro (puedes hacer que jueguen los chicos con las Damas o que jueguen los inútiles de los cornudos mientras los jóvenes se aprovechan de ellas, mientras les mantienen apartados en el centro de la escena, sin coscarse de lo que sucede a su alrededor)
    -Jugar al Burro (y mientras saltan sobre las damas los chicos siempre caen sobre las damas con tan mala suerte que los torpes niños se tienen que agarrar en sus voluptuosidad "burras" se tienen que agarrar fuerte a ellas y las llegan hasta a pellizcar las pobres criaturitas, y hay alguno que sin querer le bajo el pantaloncito a alguna de las damas, con tan mala suerte que ella nota el contacto con el bulto juvenil de la criaturita.
    - la gallinita ciega (Vendar a las damas o a los cornudos y que el inocente jugo se vuelva cada vez mas y más picante)
    -1,2,3... chocolate inglés (Mientras cuentan alguno de los cornudos, a espaldas a los chicos y las damas, estos se toman ciertas licencias y se aprovechan de ellas)
    -Juego de adivinar películas en grupos. (Mientras que a unos les toca escenificar películas picantes o que pueden dar mas juego, el cartero siempre llama 2 veces, Emanuell, Prety Woman, 9 semanas y media, 50 sombras de Grey, Lucia y el sexo, Instinto Basico, Eyes Wide Shut, El último tango en París, Praprika, Garganta profunda Etc...
    A los otros les toca desde Películas de dibujos animados, Toy story, Bambi les iría de vicio a los cornudos, películas ñoñas como Sonrisas y lágrimas, crepusculo, Ameli. Peliculas que humillen a los cornudos BROKEBACK MOUNTAIN, Torero, el Toro lo haran los cornudos para que se acostumbren a los cuernos, La cena de los idiotas, Dos tontos muy tontos, Valla par de Idiotas, etc...)
    -Hula Hoop (siendo un autentico espectáculo como juegan y se contonean las 2 damas delante de los inocentes chiquillos)
    -La carretilla (haciendo carreras cogiendo las piernas de las damas, en minifaldas, abrirlas y manejarlas a su voluntad)
    -Carrera de sacos en parejas (con los consiguientes roces de los peques con sus compañeras y los cornudos mirando desde la meta como jueces o corriendo juntos, los anormales.)
    -La comba (con las damas saltando y los chicos hipnotizado, mientras los cornudos manejan la cuerdaajenos a todos los chascarrillos y como comentan indirectas los mocosos).
    -El corro de la patata (no se ni como pervertir este juego jejejeje)
    -A la cuerda (tirando 2 grupos uno de cada extremo con roces y malentendidos incluidos)
    -Algún juego de beber donde "casualmente" los cornudos pierden muchas veces, hasta dejarlos en un estado deplorable y las damas van poniéndose mas alegres y deshinibidas

    Bueno, no se me ocurren mas ideas que aportarte.

    Espero que te haya dado alguna idea o que por lo menos te haya facilitado la tarea, aun que solo sea para descartar cosas jejejeje

    Todos los juegos, aderezados, con frases con doble sentido e indirectas poco sutiles, y obscenidades varias a los cornudos...

    Bueno, esperamos la continuación, con ansias y ganas, dale fuerte campeón.

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  28. Ahora he visto que has publicado la continuación del relato mientas yo estaba escribiendo el comentario anterior.

    Voy a devorarlo, guau, que contento muchas gracias jejejeje...

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