No todo es lo que parece, y aunque Pablo ganó la apuesta tiene mucho que perder. Alex comienza a trabajarse a la compañera de piso de su rival mientras esta hace todo lo posible por alejarlo pero, las malas decisiones de Pablo, no le ayudarán mucho a poner distancia con ese acosador.
Si Pablo no espabila, perderá a la única chica que le puede ser fiel. Y lo peor... La perdería sin darse cuenta.