Edith logra quedarse un fin de semana a solas con su hermano, por supuesto cada uno por su lado. Los planes se echan a perder cuando el tonto de su hermano invita a dormir a tres amigos suyos; la pesadilla empieza cuando uno de los tres comienza a acosarla descaradamente.
La indomable Edith se dará cuenta de que no es tan indomable como pensaba. Una gata en celo que ha aguantado el deseo y la necesidad demasiado tiempo a raya y, para desgracia de su novio, llegó la hora de pagar las consecuencias.