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lunes, 11 de septiembre de 2017

Dos hembras en Villamacho 2.I

Cinco adolescentes comienzan a acudir a las clases de repaso que les da Olivia bajo recomendación de su madre. Mientras esta busca ganarse un dinero extra, ellos intentan encontrar una fisura para poder acercarse más a ella.


Capítulo 2: Los adolescentes de Villamacho

Parte 1: Invitados consentidos pero no deseados



1.0: Prologo.

Un grupo de cinco adolescentes hacían bullying a Pedro y Jaume hasta que conocieron a su hermana mayor. Aspirando a tener algo con ella, se hacen pasar por unos amables y educados chavales para ganarse su confianza.

Poco a poco consiguen trabar amistad con los tres hermanos, engañando a Olivia para que esta les de clases en su propia casa. Esta cercanía les permite relacionarse tanto con la hermana mayor como con su madre, acostumbrándose estas sin darse cuenta a la presencia de los jóvenes depredadores.
   Creyendo una de ellas que son inofensivos y la otra que no tienen ninguna posibilidad, acaban jugando con fuego sin darse cuenta de que cada vez se lo ponen más y más fácil.

De las calurosas tardes haciendo clases de repaso con Olivia, llegarán a pasar una tarde en una piscina e incluso lograrán pasar varias noches cerca de las dos mujeres.
   Siendo Pedro y su cuñado testigos de estos hechos, tendrán que elegir entre ver, oir y callar o intervenir pero… ¿Podrán impedir siquiera que los calientes adolescentes abusen de las dos mujeres? ¿Se darán cuenta estas dos del peligro que suponen el grupo de los cinco pueblerinos y, si lo hacen, harán algo para impedirlo?

Siendo vigilados por Pedro, los cinco adolescentes comienzan a mover sus fichas para poder convertir a ambas mujeres en sus esclavas sexuales, en un pueblo donde no hay nada mejor que jugar a las preliminares y follar.



1.1: La nueva profesora de repaso.

-----> Pedro <-----

No era como su hermano pequeño, inocente e ingenuo. Él era desconfiado, y ante las sonrisas y aquellas fingidas actitudes, el percibió el verdadero interés que les movía. Desde que habían conocido a su hermana, habían buscado la manera de convencerles tanto a Jaume como a él de quedar por las tardes.
   Estaban haciendo lo imposible para integrarlos en su grupo, hablando a menudo de invitarlos a sus casas para tomar algo y pasar la tarde. Era evidente que buscaban la oportunidad de ser pagados con la misma moneda y ser recibidos en agradecimiento en su propia casa.
   ``Se van a ir a tomar por culo. No sueñan estos ni nada´´ pensaba Pedro con resquemor, sin cansarse de poner excusas que les evitaban a los dos hermanos tener que acudir a esas quedadas. Con esta estrategia frustrada, al grupo de Alex y Raúl solo les quedaba hacerse amigos de la hermosa veinteañera cuando esta iba a recoger a sus dos hermanos al instituto.
   Haber evadido durante más de una semana a sus amigos no sirvió de nada, pues su hermana mayor accedió a sus indirectas pidiéndoles que se pasasen aquella misma tarde por su casa para tomar algo. Pedro no estaba seguro de si lo había hecho por chincharle o porque realmente quería quedar con aquellos gamberros… Pero lo habían conseguido.

Por si fuese poco, su hermana había comenzado a vestir mucho más vistosa y provocativa a la hora de ir a buscarles al instituto. El mismo día que los invitó la vieron llegar con una minifalda de infarto y una blusa blanca que transparentaba a la perfección un sujetador negro.
   Recordaba a la perfección a todos los niños y adolescentes quedarse patidifusos observándola, incapaces de acercarse sabiendo que era ‘’propiedad’’ de Chuki y el grupo de Alex. Cualquiera que se hubiese atrevido a dirigirle la palabra se arriesgaba a recibir una furiosa paliza de aquellos matones.
   Además… ¿Por qué vestía de aquella manera? ¿Acaso disfrutaba tentando a los instintos más básicos de aquellos adolescentes?
— Es por el calor, cariño. Llevar otro tipo de ropa me agobiaría –le respondió con ternura, contrastando por completo la respuesta borde y abrupta que le dio al hermano mediano-. ¡Me voy a poner un burka para ti, imbécil! –le espetó al oírle decir lo de fresca.

Si bien el calor era asfixiante, poca justificación tenía la tolerancia de su hermana ante los tocamientos de aquellos adolescentes. Si bien no tocaban nada comprometido, si que aprovechaban para abrazarla y plantarle besos en la mejilla, ante los cuales ella se limitaba a aceptarlos.
   Con la treta de tenerla apretujada, en un sofá de tres plazas se sentaron Raúl y Alex dejando un hueco entre ambos. Al hermano mediano no se le pasó por alto la mala contestación del gordo, que lo apartó de un empujón mientras le gruñía que allí se iba a sentar Olivia. Cuando esta llego con una bandeja que sostenía todos los refrescos, se resignó a dejarse caer entre el pelirrojo y el rellenito, dejando que Raúl le pasase el brazo por encima de los hombros.
   ``Para eso no tienes calor, eh´´ Le espetó mentalmente mientras los veía reírse. Chuki estaba sentado en un sillón individual, justo al lado de Domi y Santi que estaban sentados en sillas al igual que él y su hermano pequeño.
— Yo quiero una cerveza –manifestó el quinceañero de gorra y barba.
— Pues para ti no hay.
— No irás a decirme eso de que podré beber cuando me crezca barba, ¿No? –Se rascaba el abundante vello facial que abundaba alrededor de su boca y de sus mejillas.
— Que tengas barba no quiere decir que nada –se burló ella frunciendo el ceño. El resto de chicos que había presentes carecían del más mínimo indicio de barba, excepto el pelirrojo que a sus diecisiete años, poseía bigote y perilla de un vello color anaranjado.
— Y tener dieciocho o un poco menos tampoco quiere decir nada.

La insistencia de Chuki le aseguró conseguir la endemoniada cerveza; desafortunadamente para él, justo cuando iba a dar el primer trago, Sandra le requisó la lata sorprendiendo a todos, pues nadie se esperaba que llegase tan pronto.
   La cuarentona se quedó claramente impactada por unos segundos ante la presencia de los cinco adolescentes, tardando un par de segundos en recobrar la compostura.
   Si bien la reacción inicial del adolescente de la gorra iba a ser protestar, acabó mordiéndose la lengua y callando.
— Fernando. ¿No? –El aludido se limitó a asentir-. No estaba segura… No será porque te vea en el instituto.
— Me da palo –fue lo único que respondió.
— Pues espero que reconsidere su postura y a partir de mañana nos honre con su presencia, si le va bien al señorito, por supuesto.
— También puedes venir a mi casa a darme clase, profe.
— ¿Para qué? –le reprochó en tono maternal al macarra quinceañero-. A este ritmo no podrás superar los exámenes finales.
— Como si me importase.
— A mí sí que me importa –le contradijo antes de dirigirse al resto-. ¿Se puede saber porque nadie me avisó de esta… Reunión?
— No estaba planeado, mamá –musitó Olivia, aún sentada entre los dos chicos, entonando voz de súplica.
— Para beber y pasarlo bien, por lo que veo –señaló mirando los vasos, las bebidas y el plato de patatas que habían colocado en la mesita central-. Pues ya que quedáis podríais aprovechar para estudiar un poco… Ninguno de vosotros vais sobrados.
— ¿Y qué hago yo mientras, mamá? –protestó su primogénita.
— Tú les puedes dar clase. Te vendría bien, así repasas… Si te pasas mucho tiempo te acabaras oxidando –Su madre le estaba recordando que el cerebro es un músculo y que debía ejercitarlo si quería mantenerlo fuerte.

Los cinco adolescentes, sin excepción, se lanzaron disimuladas miraditas mientras se decían unos a otros si les gustaba o no la idea.
— Yo con una profe como Olivia mi animo a estudiar lo que sea –carraspeó el adolescente de pelo largo antes de soltar una carcajada.
— Cállate, imbécil. Tú no apruebas ni aunque te enseñe la misma profe –le contradijo el chico rubio, su mejor amigo, en referencia a Sandra.
— Bueno, vale ya. Espero que os portéis bien sino no os dejaré volver de nuevo –les avisó levantando el dedo índice a modo de amenaza antes de reposicionar las carpetas sobre frente a su pecho, abrazándolas-. Olivia. ¿Estás dispuesta a ayudarles a estudiar? –Al no contestar, fue el propio Raúl el que respondió a la madre.
— Yo estoy dispuesto a que ella me ayude a estudiar –aseguró mientras la aferraba a si mismo todavía más. Los otros cuatro se unieron a indicar lo mucho que les gustaba la idea.
— Pues… Las próximas veces que vengáis, lo haréis en la casa de al lado. Aquí estoy yo y lo último que quiero es tener a mis estudiantes dando vueltas por la casa.

Si Olivia había sido la responsable de lo que pasaría con aquellos adolescentes por invitarlos en primera instancia a su casa; el siguiente paso lo dio su madre Sandra al dar la idea de aquellas clases particulares, las cuales crearían una cercanía que precipitaría mucho más las cosas.
— Si queréis que os de clases particulares, tendréis que pagar –murmuró la veinteañera para no ser escuchada por su madre. Esta ya había desaparecido subiendo al piso de arriba… Si se veía obligada a ello. ¿Por qué no iba a sacar beneficio?
— Venga, ya te vale…
— Del aire no se vive –le recordó al pelirrojo mientras se levantaba y se apartaba de ellos.
— Bueno… -Raúl se frotó el mentón, pensativo-. Si voy a pagar, tendrás que venir a mi casa a darme las clases.
— Sí, claro –Sin poder contener una sonrisa, Olivia le contestó con sarcasmo-, voy a ir a vuestras cinco casas a daros clases. Si os interesa venís vosotros, no me toquéis los ovarios.

Entre risas y burlas, los cinco adolescentes habían conseguido la excusa perfecta para poder entrar dentro de la casa de al lado. El edificio secundario estaba adjunto al principal, donde vivía toda la familia exceptuando a la pareja de veinteañeros. Olivia y Rob vivían en el mismo edificio donde daría clases a aquellos monstruitos.
   Pedro estaba flipando por como avanzaban los acontecimientos, incrédulo de que entre su madre y su hermana les estuviesen dando tanta banda ancha para andar por aquella casa. Aún sin gustarle un pelo la afinidad que estaban teniendo aquellos cinco chavales con Olivia, en lo más profundo de su ser una voz susurraba…
   … era una voz abstracta y prácticamente inaudible, que envenenaba su mente indicándole lo mucho que le gustaba todo aquello. ¿Quién iba a pensar que aquella insignificante voz acabaría creciendo hasta volverse algo relevante e imposible de ignorar?

1.2: Las primeras clases de repaso.

Alex, Raúl, Domi y Santi acudieron entusiasmados a su primera clase. Tras comer en sus casas al acabar el instituto, se encontraron los cuatro frente a la puerta de entrada que había en el edificio adjunto al principal.
   Ante el sonido del timbre, la veinteañera les abrió sonriéndoles e invitándoles a pasar…
— ¿No están… -inquirió Alex rastreando el rellano con la mirada- tus dos hermanos?
— Están en sus habitaciones creo. Tenían que comer, ducharse y supongo que aprovecharán para echar la siesta.
— Mejor –sentenció el pelirrojo, tan empalagoso como siempre, agarrándola por la cintura y plantándole un beso en la mejilla. Sin brusquedad ella se deshizo del agarre con un habilidoso juego de pies.
— ¡Ay, quita! No me seas pulpo –le reprendió con una risita musical. No pasó desapercibida su vestimenta, ni antes ni después de que ella les diese la espalda invitándolos a seguirla; se dirigió hacia el centro del salón donde estaba aquella mesa circular con ocho sillas. Todas las miradas estaban clavadas en su culo, mirando aquel ligero pijama que enseñaba más carne que otra cosa. Tampoco pasó desapercibido el top que llevaba encima, delatando al poco de sentarse que había prescindido de usar sujetador aunque ninguno de los presentes hizo ningún comentario en referencia a ese hecho.

No diana de todas las miradas no pilló a ninguno centrados en sus pezones, observándolos transparentarse cuando ella no miraba y mirándola a los ojos cuando levantaba la vista.
— Antes de empezar… -Olivia agarró el dinero que habían dejado todos sobre la mesa, tal como habían acordado el día anterior. Solo faltaba por pagar el de la gorra-. ¿Dónde está Fern… Chuki?
— Se habrá quedado sobado.
— Pues vaya ganas le pone a mis clases particulares –Sonaba claramente decepcionada.
— Ya vendrá, de momento eres toda nuestra –rumió Domi al tiempo que se recogía el pelo en una práctica coleta.
— Como profesora –añadió la chica con una sonrisita cómplice-. En todo lo demás soy de mi novio –puntualizó refrescándoles la memoria.
—No, si a eso me refiero… Al repaso -``Que te vamos a dar´´ pareció pretender decir el chico de pelo largo mientras le miraba las tetas con disimulo.
— Bueno, a lo que vamos. Esto lo dimos ayer… y ni me entero de lo que hay que hacer.
— No te enteras o no lo entiendes –inquirió ella alzando una ceja mientras alzaba el culo de la silla y se inclinaba hacia adelante, con las manos apoyadas sobre la mesa mientras el chaval abría el cuaderno buscando la hoja y lo giraba para encararlo hacia Olivia. Esta estudio los garabatos que había plasmados en la hoja mientras los cuatro adolescentes estudiaban sus pechos. Aquella posición propiciaba que la gravedad espaciase sus tetas haciéndolas parecer más grandes, sus pezones se marcaron aún más contra el top, y solo dejaron de mirarlos embobados cuando ella alzó vista.
— Creo que era una regla de tres –señaló Santi desde su lado, mirándole aún embobado las tetas. Alex tuvo que darle un codazo para que disimulase, aunque la tetona ni se había dado cuenta pues solo miraba a Domi.
— Sí, una regla de tres. ¿Me dejas un boli? –La solicitud de la joven fue acompañada con la palma abierta mirando hacia arriba, recibiendo el material solicitado por parte de su alumno. Entonces acercó el cuaderno a su parte de la mesa, se sentó sobre la silla y empezó a apuntar unas notas y cálculos-. ¿Hay alguien que entienda cómo funciona? –ante la sincronizada negativa de sus cuatro estudiantes señaló a los apuntes que había añadido mientras les explicaba-. Es lo malo de vuestro instituto, al mezclaros por edades no priorizan los temas… La regla de tres es un método que en base a datos que tenéis, se multiplica y se divide para conseguir lo que no tenéis.

Al ver que seguían sin entender nada, golpeó con el dedo índice el papel, señalando lo que había apuntado.
— Que ya os he puesto el ejemplo, mirad la hoja –haciendo caso a su orden, todos observaron lo que esta contenía mientras ella continuaba explicando-. El ejemplo que he puesto es este… -por mucho que se esforzaban, les resultaba imposible no lanzar miradas curiosas a su escote. Hipnotizados por el gesto que hacía al recogerse aquel molesto mechón de pelo tras la oreja, no obstante ponían de su parte para entender lo que les explicaba-. Imaginaos que una barra de pan cuesta un euro a un setenta por ciento de descuento. Entonces tenéis los datos que tenéis es que el pan cuesta eso al setenta por ciento de descuento. Y como lo que queréis saber es cual es el precio real sin el descuento, cogéis lo que vale la barra de pan, lo multiplicáis por el tanto por ciento y lo dividís por cien.

Al ver que iban a hacer la pregunta evidente, se les adelantó respondiendo directamente.
— … En una regla de tres siempre hay que multiplicar y luego dividir, se hace en cruz. Así que si el setenta por ciento de descuento es por lo que se tiene que multiplicar, al dividirlo por cien….

Las explicaciones que daba eran precisas y con frecuencia eliminaban las dudas de sus aprendices. Fue recibiendo con paciencia todas las cuestiones a medida que el minutero del reloj daba un giró de más de ciento ochenta grados, momento en el que sonó el timbre en el edificio principal de la otra casa.


***

El sonido del timbre lo despertó de su letargo, provocando que se levantase de un salto y se vistiese aprisa antes de apresurarse a bajar las escaleras de dos en dos. Su hermano Jaume seguía durmiendo cuando él había salido de la habitación, al contrario que su madre que, adelantándose a su hijo abrió la puerta para dejar entrever a Chuki.
   Pedro se quedó agachado observando a la madurita, con la mano aún en el picaporte, saludar secamente al inesperado visitante. Optó por no hacer ruido y acabar escuchando, pues no tenía ni idea de que hacía allí aquel chico después de haber acordado el día anterior que las clases las daría en el otro edificio.
   El quinceañero vestía unos pantalones cortos y una camisa de tirantes que potenciaba la imagen de sus fuertes brazos, era la primera vez que lo veía sin gorra y parecía haberse recortado la barba pese a continuar teniéndola.
   Chuki bostezó mientras la dueña de la casa se hacía a un lado para dejarle entrar, a pesar de que su hijo le animaba mentalmente a cerrarle la puerta en las narices.
— Ya os dije que mi hija os daría las clases en el edificio de al lado.
— No me acordaba –respondió él engañando a la cuarentona pero no al hijo de esta; Sandra cerró la puerta apoyándose contra ella mientras miraba de arriba abajo al menor, parecía estar estudiándolo.
— La próxima vez te acordarás. Ya os expliqué que me molestáis con las idas y venidas.
— Venga, profe… No es para tanto.
— Me llamo Sandra, y no es para tanto si no se repite. ¿Por qué nunca vienes a las clases, Fernando?
— Porque son aburridas –su respuesta era infantil, pero sin nada que se saliese de lo normal. Pedro aprovechó que se miraban el uno al otro para escaquearse entre las sombras, colocándose detrás de una puerta desde la que podía verlo todo mucho mejor.
— Que te aburran no quiere decir que tengas derecho a faltar.
— Ya se lo dije ayer, si tú das las clases estaré más interesado en ellas.
— Pues ven a mis clases y te las daré encantada.
— ¿Por qué no vienes a mi casa a dármelas?
— No estoy segura de que eso sirviese de mucho. Si te aburre lo que damos en clase da igual donde te de las clases –su voz sonaba comprensiva, casi maternal-. Tienes la misma actitud que ese tal Curro.

La cara de Chuki se transformó al oír aquel nombre, tornándose en una expresión de irritabilidad.
— Lo que me aburre es ir a clase, pero si tú vienes y me enseñas seguro que me intereso –Ignorando la referencia que había hecho la mujer sobre el otro chico, consiguió hacer que Sandra mirase al techo, momento que aprovechó para devorarles las tetas con la mirada antes de volver ambos a mirarse a los ojos.

La madre de Pedro no llevaba nada excesivamente provocativo, aunque fuesen las prendas que fuesen las que llevase, si se entrevía la más mínima curva de su pecho o trasero ya de por sí era ella la que erotizaba las prendas. Sandra se había calzado un juvenil pijama formado por unos pantaloncitos cortos elásticos y aquella camisa blanca que parecía pronunciar exageradamente su busto.
   El joven intruso no dejaba de lanzarle miraditas a todos sus atributos, eso sí… cuando no miraba.
— En el otro edificio está mi hija ayudando a repasar a tus amigos. Estudia con ella si tanto te interesa.
— Yo es que prefiero no compartir profesora.
— En el instituto hay dos profesores, Somos muy pocos y tenemos que repartirnos muchos estudiantes. ¿Crees que es ético que de preferencia a uno ignorando a todos los demás? Tengo mucho trabajo.
— Solo serían una o dos horas al día –concretó él provocando una orgásmica risa de la madurita.
— Me da que ni dos o tres horas te satisfacerían a ti.
— Ni cuatro ni cinco, pero a eso ya me dirías que no seguro.
— También te digo que no a una o dos horas –Sandra le acababa de dar una negativa sin prescindir de ternura en su tono de voz.
— ¿No decías que te importaba que suspendiese? Ya veo que era hablar por hablar.
— Lo que me importa es que no vengas a clase, porque si vinieses no suspenderías.
— Seguramente sí.

La mujer adulta se cruzó de brazos como si lo estuviese sopesando de verdad. Al darse cuenta de esto, pareció que Chuki quiso darle un pequeño empujón que la forzase a aceptar.
— Acabarás dándome clases particulares.
— Lo dudo mucho, Fernando –sentenció sin aportar a lo que decía demasiada convicción-. Tal vez si comenzases a venir cada día a clase y pusieses de tu parte… Quizá… Podría replanteármelo.

El aludido no respondió, a medida que hablaban se habían ido acercando a la puerta que permitía cruzar de un edificio a otro sin salir al exterior.
— Pero te tienes que comenzar a portar bien.
— Nunca me he portado bien y no me ha ido mal –aseguró el quinceañero cruzando el umbral de la puerta.
— Pues si quieres conseguir lo que quieres, tendrás que portarte bien.
— Prefiero seguir portándome mal y conseguir todo lo que quiera. Nos vemos, profe.

Si tutearle no era suficiente, hablarle como si fuese una chica de su edad parecía no traerle consecuencias. Pedro se dio cuenta de que tenía la boca abierta antes de cerrarla, aceptando todo lo que había escuchado.
   ``Le ha prometido clases particulares si deja de hacer campana´´ no estaba seguro, si que creía que habían estado tonteando. ``¿Mi madre y ese cabrón? Vamos… Ni de coña´´ se convenció a sí mismo, pese a que cada vez estaba menos seguro de todo.
   Su madre pasó por delante suyo sin darse cuenta que estaba escondido, consiguiendo sacarlo de su ensimismamiento. Recordó que ahora su hermana estaba sola con cinco chicos que solo la querían para sacar brillo a sus sables. Se los imaginó sobeteando a su hermana con todo tipo de excusas, logrando que sintiese revivir entre sus piernas aquella caprichosa polla.
   ``No es porque sea mi hermana, es porque es algo… morboso. Me pasaría exactamente igual si fuese otra mujer, estoy seguro´´ se auto-convenció, justificando la excitación que había sentido al imaginar aquello.

Era su hermana, no iba a permitir que ninguno de aquellos infelices se la beneficiase.


***

Cuando Pedro cruzó la misma puerta que Chuki pocos segundos antes, lo hizo de puntillas. Cerrando la puerta tras de sí con sigilo, emuló una mueca de dolor al escuchar crujir las bisagras de la puerta aunque, por suerte, nadie pareció escucharle. Se acercó al borde de una puerta, para mirar y escuchar desde la distancia lo que hacía su hermana con el grupito de matones.
   Mitad aliviado y mitad decepcionado, les descubrió a cada uno sentado en su silla hablando sin hacer nada raro.
— … La verdad es que de mucho no serviría –vociferó entre carcajadas el pelirrojo.
— Cierra el pico –le avisó de mala gana el adolescente con barba antes de levantarse de la silla.
— ¿Has llegado hace nada y ya te vas? –le chinchó Olivia entrecerrando los ojos, intentando disimular una sonrisita que comenzaba a atisbarse entre sus labios-. Que poco aguantas –remató, atacando a su virilidad.
— Duro más que cualquiera de los que está aquí sentado. ¿Te lo demuestro?

Todos se llevaron las manos a la cabeza mientras le hacían los coros.
— Te ha chapado la boca, tia.
— Eh, profe. Que Chuki tiene mucho aguante –ironizó el rubio entre risas, señalando al aludido con el dedo pulgar.
— Sí, aguanta mucho sin venir a clase –Esta vez fue Domi el que continuaba la broma, pero sí fue el último.
— Cerrad la puta boca que aún os la callaré yo –avisó irritado logrando al instante que todos parasen sus burlas, sin embargo fueron incapaces de reir entre dientes.
— Venga, siéntate –le ordenó la veinteañera poniéndose seria-. Ya he contestado algunas dudas que tenían ellos. ¿Qué llevas mal? –al ver que no respondía, formuló su pregunta de otra manera. ¿Qué quieres que repasemos?
— Más bien dirás que no lleva mal –bromeó el gordo accionando el detonador. Los otros tres intentaron sin éxito contener unas risas estridentes, que no consiguieron silenciar el tortazo que le propinó Chuki en la nuca a Alex. Fue un golpe tan fuerte, que casi se da de frente contra la mesa.
— Estáis avisados –fue lo único que salió de sus labios. Al ver que dejaban de reírse, centró toda su frustración en Olivia con mirada rabiosa-
— Pues podrías empezar por repasarme lo que tengo aquí abajo, si puede ser con la boca.

Nadie se rio ni respondió esta vez, se limitaron a observar la tardía reacción de Olivia. A pesar de todo, no pareció reaccionar de ninguna manera, como si hubiese estado esperando una respuesta como aquella desde hacía rato.
— Mira, niñato. Porque eso es lo que eres, un niñato. La próxima vez que me hables así –hizo una pausa, como si estuviese sopesando mentalmente cual sería el castigo propicio para una falta de ese calibre-, no hará falta que vuelvas.

Quien calla no siempre otorga, y Chuki decidió no responder. Ante la falta de respuesta del macarrilla, decidió ignorarlo por completo.
— Ya han pasado casi dos horas. Lo dejamos aquí y continuamos mañana. –sentenció levantándose, para reafirmar que su clase había finalizado. A diferentes tiempos se fueron levantando unos y otros mientras recogían sus cuadernos hasta que solo quedó sentado Fernando, el cual no daba indicios de pretender moverse. Al percatarse de esto, la chica a cargo del pintoresco grupo los acompañó a la puerta hasta despedirlos uno por uno con dos besos hasta que cerró la puerta.
   Una vez solos, o eso creían, Olivia volvió hacia la mesa para encararse al adolescente.
— ¿De qué coño vas? –le espetó sin obtener ninguna respuesta. Rodeó la mesa hasta quedarse frente a él, de pie, recibiendo como única contestación aquella intimidante mirada; salvo que a su hermana mayor no le imponía en absoluto-. Llegas tarde, seguramente has molestado a mi madre. ¿Recuerdas siquiera que quedamos aquí y no allí? Y encima me insultas delante de todos.
— Mira, maja…
— Olivia.
— Mira, maja –se reafirmó con el ceño fruncido-. Vas con ese vestidito para calentar al personal… ¿Y quieres darme lecciones de moralidad? Si vas como una puta espérate que te traten como tal.

La aludida tuvo que contenerse para no abofetearle, pero no le habría importado hacerlo. Se miró incrédula la blusa para descubrir a que se refería, entonces fue cuando Pedro percibió que se le marcaban los pezones. ¿Realmente había ido sin sujetador delante de todos aquellos niñatos?
— ¿Dónde estamos? –preguntó rodeando la mesa para ubicarse en el otro lado y poder mirarlo de frente. Estampó las dos manos contra la mesa, como si estuviese preparada para saltar el potro.
— En tu casa –contestó él evitando dar rodeos.
— En mi casa. Y si me molesta el sujetador y me estoy asando de calor. No voy a ponerme más ropa de la necesaria. ¿No crees? –no obtuvo respuesta-. Cuando salgo de mi casa lo hago con sujetador, pero dentro puedo hacer lo que quiera.
— Sí, maja… Pero córtate un poco.
— ¿Qué me corte? –preguntó ella abriendo la boca de par en par, escandalizada.
— Que puedes poner la excusa que quieras, pero que los estabas provocando. Es como si viniese con la polla fuera.
— Pues ven con la polla fuera.
— ¿Tantas ganas tienes de vérmela?
— ¿Todo lo que dices tiene que estar relacionado con el sexo? Estás enfermo, chaval.
— Pues ya puedes curarme, seguro que se te da muy bien.
— Si te curo será a ostias, no esperes insoportable –Olivia puso los ojos en blanco mientras se daba la vuelta y soltaba un gruñido desesperado. Tanto su hermano como ella se daban cuenta que aquella conversación no llegaba a ninguna parte- Eres insoportable… ¡Fuera! –le espetó empujándolo hacia la puerta-. No he tenido ni un solo problema con esos cuatro, pero es que a ti no te aguanto.
— No has tenido problemas porque te comen la oreja… -Dijo esto mientras para en seco, consiguiendo que los esfuerzos de Olivia por empujarle fuesen inútiles. La joven se acabó rindiendo, viendo como este se daba la vuelta y le mirada descaradamente las tetas antes de alzar la vista a hasta sus ojos-. La diferencia es que yo soy sincero y voy directo a lo que quiero.
— Si me comen la oreja esperando algo, les va a tocar joderse. Y tú más de lo mismo, listillo. Te avisaré por última vez, si vuelves a hablarme como lo has hecho antes, estén ellos delante o no, no te dejaré volver. ¿Me has entendido?
— Tranquila, guapa –contestó encarándose de nuevo hacia la puerta y abriéndola-. A partir de mañana yo también te comeré la oreja… Se nota que es lo que te gusta.

La aludida contenía de nuevo las ganas de atizarle, mordiéndose la lengua mientras presenciaba como la puerta se cerraba tras de él. Cerró los ojos mientras se dejaba caer sobre el sofá, siendo observada por su hermano pequeño desde la distancia; este, orgulloso de su hermana, se escaqueó hacia el otro edificio por la misma puerta que había accedido antes.
   Estaba contento, muy satisfecho de que Olivia le hubiese cantado las cuarenta y hubiese puesto a ese niñato en su sitio.

***

No sabía si había tenido buena o mala suerte al no ser descubierto tras la puerta de madera verde en aquel baño público. Los lavabos del instituto siempre le habían dado asco, y pese a evitarlos todo lo posible aquel día no podía reprimirse a la hora de usarlo.
   Estaba meando cuando escuchó la puerta de entrada al baño abrirse, chocando esta contra la pared con una fuerza inusitada; tanta, que volvió a cerrarse ella sola de un portazo. No tardó en descubrir que eran Alex y su mejor amigo, el pelirrojo, los que habían entrado para entablar una conversación frente a los orinales de porcelana estampados en la pared. Su único fallo fue comprobar que no hubiese nadie en la estancia, y Pedro no se molestó en hacerse notar lo más mínimo.
— Vaya huevos le echó Chuki ayer, eh –le escuchó decir a Raúl, iniciando una cascada dorada contra la cerámica.
— Huevos no, la cagó por completo. Al principio creía que le funcionaba ese rollo de chulo que se traía, pero que va…
— Si nosotros seguimos así se confiará y podremos quedar con ella para algo que no sea estudiar –Pedro escuchó al gordo escupir, seguramente dentro del orinal-, ahora por culpa de Chuki ella no se relajará ni un poco.
— ¿Y cómo lo haremos? No nos pasa ni una.
— Pues ayer iba sin sujetador… Vaya tetas que tiene la tía.
— Ya.
— ¿Y cómo lo haremos? –Raúl había terminado de mear. Repitió por segunda vez su pregunta, demostrando que no tenía nada en mente para salir de aquella situación.
— Podemos decirle algo de quedarnos de noche en su casa para estudiar… -propuso dubitativo mientras el otro tarareaba, seguramente sacudiéndose la polla para exprimir el líquido ambar-. Aunque vive en ese edificio con su novio. ¿No? Podemos usar a los hermanitos para eso. ¿Qué te parece?
— Si el novio está cerca no podremos acercarnos ni aunque ella quiera. Tenemos que deshacernos de él o comenzar a quedar con ella fuera de su casa. También podríamos invitarla a dormir a una de nuestras casas. A mí piscina…
— Me mola la idea de la piscina –El gordo sopló como si estuviese fumando. Fue cuando Pedro se dio cuenta del olor a tabaco-. Esa tetona en bikini... Buf.
— También podemos invitar a la profe.
— ¿A Sandra? –preguntó Alex, seguramente recibiendo un silencioso asentimiento por parte del pelirrojo-. Madre e hija en bañador… La madre también tiene unas ubres importantes.
— Seguro que hasta dan leche, me encantaría mamar de ellas.
— Está más salida que el pico de una mesa. La hija –se apresuró a concretar el gordo-, yo creo que si nos ganamos bien su confianza y la emborrachamos acaba cayendo.
— ¿Hace falta emborracharla? –Raúl denotaba en su tono de voz aversión a la idea.
— No creo que sin pillar el punto vaya a dejarnos hacer nada.
— Ya, pero..
— Ya se nos ocurrirá algo. Ah, sí… ¿Cómo es Chuki está viniendo a todas las clases? ¿Está enfermo? –le escuchó preguntar a Alex antes de que cerrase la puerta del baño.

Pedro se quedó solo, repasando mentalmente todo lo que acababa de escuchar. No sabía si le gustaba haberse enterado o preferiría haber hecho oídos sordos. Era demasiada información para asimilar, mientras el músculo cardíaco se contraía y extendía contra su pecho a una velocidad de infarto.
   En su mente volvía a reproducirse aquella escena en la que ambas eran violadas por aquellos matones, que las trataban de una manera similar a como lo habían recibido a él tras llegar al instituto.
   Sintió de nuevo esa erección entre sus piernas, sorprendiéndose de ella y maldiciéndola a la par.
   Se intentó convencer que la falta de porno desde que había llegado al pueblo eran la causa de aquellas reacciones, las pajas motivadas en su imaginación ya no lo satisfacían como antes .
   ``Eso no quita que me esté excitando con la idea de que violen a mi madre y mi hermana, y ambas disfruten con ello…´´ se dijo así mismo mientras enterraba la cabeza entre sus manos.


1.3: Celoso de unos niñatos.

------> Fernando <------
El día siguiente a la conversación, los cinco se reunieron puntuales frente a la casa de Olivia. Esta vez fue el adolescente con rizos dorados el que picó suavemente a la puerta sin obtener ninguna respuesta.
— Mejor picar al timbre –le apremió Domi acercándose y pulsando el interruptor, provocando tanto dentro como fuera un estridente sonido.
— Se habrá quedado sobada –fantaseó el más ancho de todos, imaginándose una chica desnuda sobre la cama, únicamente arropada por unas suaves y ligeras sabanas con poca opacidad.

Santi volvió a picar al timbre una segunda vez, justo cuando la veinteañera abría la puerta desde el interior, exhalando profundas suspiros que avalaban el esfuerzo que había hecho para acudir lo más rápido posible a su encuentro.
   Todos, decepcionados, descubrieron a una Olivia bastante más tapada que el día anterior, que incluso había evitado peinarse ni maquillarse pese a que esto no repercutiese lo más mínimo en la guapa que continuaba estando.
— Vamos. ¿A qué esperáis? Entrad –Les había apurado mientras dejaba la puerta abierta de par en par, dándoles la espalda y encabezando a los recién llegados hasta la mesa circular donde estudiaban. Chuki fue el último el entrar y por lo tanto el que cerró la puerta, dejándose caer en la única silla que quedaba disponible mientras se percataba de la presencia de los dos hermanos.

Ni se molestó en saludarlos.
   Por el contrario, al hermano mediano no le pasó desapercibido que Olivia no ofreciese nada a los recién llegados para picotear y beber.
— ¿Por dónde empezamos? –inquirió directa, decidida a ganarse el dinero que le pagaban por aquellas clases de repaso. Si el día anterior se había lucido demostrando su facilidad para las matemáticas y la ortografía, en ese momento dejó claro que la geografía y la historia no se le daba tan bien. No obstante, con la ayuda de los libros de texto fue contestando sus preguntas y resolviendo todas las dudas.
— Lo voy pillando –murmuró el chico de pelo largo mientras se pellizcaba con los dedos el labio inferior.
— ¿Quién sigue? Fernando –exclamó, invitando al chico que faltaba a participar. Lo hizo con tacto y procurando no provocarle, como si el día anterior no hubiese pasado nada-. ¿Quieres que repasemos alguna asignatura en concreto? –Al ver que el pelirrojo con cara de zorro iba a soltar una parida, lo atajó incluso antes de que abriese la boca-. Cállate, Raúl.

Justo en ese momento, se cerraba la puerta de la casa. Todos los presentes se sorprendieron, pues nadie se había percatado de que se hubiese abierto previamente y mucho menos de que alguien entrase. El novio de Olivia anduvo hacia la mesa donde estaba todos sentados para acercarse a su pareja y plantarle un beso en la boca.
— Veo que os lo tomáis en serio –afirmó recibiendo como única respuesta las tensas miradas de los adolescentes. La falta de respuesta y esa muestra de hostilidad impresionó tanto al recién llegado como a su pareja-. Cariño. Estaré arriba, si necesitas cualquier cosa ya sabes.
Luego subo –dijo ella sonriéndole mientras se levantaba y le daba otro beso para despedirlo. Rob se perdió tras comenzar a subir las escaleras, alejando el ruido que hacían sus pisadas.

Tanto Alex como Chuki habían tenido que morderse la lengua para no saltar, claramente molestos por la advertencia que había supuesto ese beso entre ellos. Les daba igual que fuese su pareja, y les parecía insultante pero, para evitar problemas, optaron por no hacer nada.
   ``Disfruta de tu novia, chaval. Que dentro de poco será solo nuestra´´ aseguró para sus adentros Chuki mientras taladraba con la mirada el mismo lugar por el que se había ido el novio de Olivia.
— Profe… ¿Podemos tomar algo? Tengo sed…
— Claro, se me había pasado. Igualmente creo que será mejor dejarlo por hoy, y así seguimos mañana. ¿Venís a la cocina?

Aceptaron gustosos su invitación, dejando todas sus cosas sobre la mesa circular del comedor y encerrándose en la cocina por la misma Olivia. Fue también ella la que abrió la nevera y comenzó a sacar refrigerios hasta que todos incluyendo a sus dos hermanos pequeños estuvieron servidos con las azucaradas bebidas. Todos excepto Chuki al cual tras sacar de la nevera una cerveza y cerrar el frigorífico, se reunió con el quinceañero en una esquina de la cocina, totalmente apartados del resto.
   Tras abrir la lata, se llevó el borde a los labios y comenzó a saciar su sed con tres o cuatro tragos antes de ofrecérsela al menor.
— Anda, tonto. ¡Toma!
— Y me la das babeada –se quejó mientras se auto contrariaba bebiendo de la lata.
— No creo que seas escrupuloso, la verdad –indicó ella mientras le observaba tragar.
— Creía que no me darías cerveza.
— Hoy te has portado bien. Te la has ganado –añadió satisfecha.
— Si me porto bien… ¿Me premias? –un destello de astucia se dejó entrever en sus pupilas, algo que Olivia no pareció percibir.
— Si te portas bien siempre conseguirás más que si no lo haces.
— La experiencia me enseña que es al revés –le contradijo volviendo a beber antes de que ella le arrebatase de un manotazo la lata, bebiendo otros dos tragos.
— Depende de con quién puede que te funcione, pero conmigo ya ves que no es así.
— Yo creo que algún día me recompensaras por portarme mal.

Olivia soltó una risita nerviosa, pese a beber tan poco y a la escasa cantidad de alcohol que portaba la cerveza, ya le habían comenzado a colorearse sus pómulos con un suave tono rosado.
— No tengo ningún motivo en premiarte por portarte mal.
— Entonces me portaré bien… hasta que dejes de premiarme.
— ¿Me estás diciendo que si no te doy la cerveza la tomarás por la fuerza?
— No creo que te importe –afirmó él arrebatándole la cerveza y bebiendo un trago más.
Si no te premio, te castigo. No lo olvides –aseguró la veinteañera dejando escapar una sonrisa-. Te he domesticado… Y reconozco que no creía que fuese posible.
— Ten cuidado. Que el perro no muerda no quiere decir que en futuro no pueda hacerlo.
— ¿Vas a morderme? –preguntó ella sin poder evitar lanzar una mirada fugaz a esos labios rodeados por la barba. ``Te mordía ahora mismo´´ contestó sin usar la boca, a pesar de que le habría gustado saber que respondería ante eso.
Lo haré si no me das lo que quieres.
¿Qué quieres? –El aludido la invitó a acercarse, insinuando que le quería susurrar algo al oído.
— No sé lo que querré mañana… Pero seguro que no será una cerveza. Tomaré lo que tú me dejes –dijo prácticamente sin voz antes de apartarse. A pesar de que Alex y su grupo, incluyendo a los dos hermanos de Olivia, hablaban entre ellos sin parecer que les prestaban atención, lo cierto es que lanzaban miraditas curiosas a pesar de que no hacían nada para comprobar que era aquello que hablaban en privado.
— Cuidado, pequeño –le advirtió Olivia, siendo ella la que se inclinó hacia él esa vez para susurrarle al oído-. Si abusas a la hora de exigir, puede que te quedes al final sin nada.

Reafirmó su declaración arrebatándole la cerveza de la mano y vaciándola de cinco tragos, devolviéndosela vacía.
   No le dio opción a que le respondiese, dejándolo ahí plantado en aquella solitaria esquina de la cocina, acoplándose al grupo donde estaban el resto. Nadie fue testigo de la sonrisa que comenzaba a iluminar la cara de Chuki, mirando la lata de cerveza vacía que había apurado segundos a atrás aquella chica.
   ``Vaya, vaya con la niñata´´ murmuró para sus adentros divertido, estando seguro de que no sería la última vez que tontearían… Y no se equivocaba.

***

----> Rob <-----

A pesar de haber intentado disimular lo mucho que le había molestado la actitud de aquellos niñatos. Su novia se había percatado de todo tanto durante la cena con el resto de su familia, como también en el rato que pasaron solos viendo la tele en su propia casa.
— Ni puta gracia, Oli. ¡No puta gracia! –vociferó celoso ya en la intimidad de su habitación. Por fin podía soltar toda la rabia que tenía dentro, de la que Olivia era en parte culpable. Aunque las ventanas estuviesen cerradas, al dormir pared con pared cabía la posibilidad de que sus hermanos pequeños se enterasen de todo el percal.
— Baja la voz, que los niños están durmiendo –murmuró llevándose el dedo índice a la boca, logrando apaciguarlo.
— Vaya niñatos te han ido a tocar.
— ¿Qué quieres que haga? Mamá me los encasquetó… Además, es dinero extra. Son veinte euros semanales por cabeza –le recordó desde su lado de la cama, extrayendo de su mesita de noche cien euros, juntándolos y abriendo los cinco billetes de veinte en abanico frente a su boca.
— Sigue sin hacerme gracia que los mocosos esos estén por aquí rondando por casa mirando nuestras…
— No los dejo pasearse por la casa, aunque no te lo creas.
— ¿Y si tienen que ir al baño? ¿Les vas a acompañar y les vas a sacudir la polla mientras mean? Oli… Eres miel para burros.
— ¿Te estás encelando de unos quinceañeros?
— No me jodas. ¿Quinceañeros? Si alguno de ellos hasta tenía barba.
— Pues casualmente el único que tiene barba tiene quince años… ¿Te vas a poner celoso de esos enanos? –concretó inclinándose desde su lado de la cama para besarle. Aunque no lo rechazó, tampoco le hizo olvidar de que estaban hablando.
— ¿No te has dado cuenta que casi no hay mujeres en el pueblo? Estos niñatos están más salidos que el pico de una mesa.
— ¿No confías en que los ponga en su lugar si se alteran? –No obtuvo respuesta, reaccionando a la falta de ella con una inevitable risita musical-. Son unos enanos. ¿Qué me van a hacer?
— Cualquier cosa –sentenció Rob rindiéndose ante el temor abstracto-. Ya te lo he dicho, eres una tentación y estos niñatos no están acostumbrados a…
— … Sobrellevarlo –le interrumpió acabando la frase por él.

Rob no dijo nada más, se limitó a cruzarse de brazos mientras apoyaba la espalda contra el respaldo de la pared.
— No solo es eso. ¿Cómo crees que me sienta saber que cada vez que os reunís ellos te miran con esos ojos? Me hace sentir impotente, porque no puedo hacer nada. ¿Y qué podría hacerles si te tocan?
— Pareces empeñado en dar por hecho que me van a hacer algo. ¿Te pone pensar que van a abusar de mí? Cinco enanos… -murmuraba mientras comenzaba a besarle en la comisura de los labios, antes de bajar al cuello-, mientras tú no estás en casa… -la polla se le puso dura poco después de agarrársela. Tal vez eran las palabras que usaba o tal vez lo cariñosa que se había puesto con él, pero estaba excitado y eso era la importante.
— No me pone nada… Tú sí que pareces haber pensado en ello.
— Se me acaba de ocurrir al verte tan insistente con el tema.
— Si te pones en lo peor nada te sorprenderá –se justificó él.
— Tendrías motivos para preocuparte si no me follases, porque estaría hambrienta. Pero estoy bien servida… ¿O no? –le preguntó con malicia mientras iniciaba el meneó de aquel rabo duro entre su pequeña mano.
— Tú siempre tienes ganas de más –le recordó colocándose a cuatro patas sobre ella, la cual habría sugerentemente sus piernas.

El sonido del envoltorio de un condón se empezó a escuchar; poco después su polla ya estaba protegida por el anti-conceptivo.
— ¿No podrías hacerlo sin hoy…? –solicitó mientras se mordía el labio, mirándole el rabo duro con deseo. Rob respondió callándola con un beso en la boca antes de hundir el rostro en su cuello-. Sí… Tienes razón, siempre tengo ganas de más aunque… puedo resistir un poco de hambre. Mientras no me dejes demasiado tiempo sin esto aguantaré bien –aseguró mientras le agarraba el miembro y lo apuntaba hacia su interior.
— ¿Qué pasaría si estás hambrienta y ellos te provocasen? –preguntó él claramente excitado. Le daba cierto morbo imaginarse a su novia violada por unos adolescentes; en su mente se la imaginaba disfrutando mientras ellos abusaban de ella. Nunca lo reconocería en voz alta, era una mera fantasía sin peso real, algo que al contrario darle placer verla cumplido le haría mucho daño. Mientras esa fantasía quedase entre ellos dos, en la intimidad de su cama, no le importaba.

Justo después de acercar su entrepierna a la encharchada vagina de su pareja, la polla engomada comenzó a entrar y aún con el tacto del condón Olivia comenzó a gemir como una loca, al principio suave hasta que las embestidas fueron haciéndose más frecuentes e intensas.
— Tal vez juegue un poco con ellos para divertirme –Rob le tapó la boca para no continuar oyendo aquello pese a que su mente no podía parar de plasmar imágenes sobre aquello. Se estaba follando a su novia, pero su mente estaba lejos, muy lejos… Viendo como los menores se la follaban-. Incluso puede que les deje tocar un poco –añadió con malicia, escaqueándose del forzado beso de su amante. Se lo estaba pasando en grande, de eso no había duda; además sus entrepierna resbalaba mucho más de lo normal.

Las embestidas aceleraron; el morbo y la excitación facilitaron la llegada del orgasmo, el cual estaba apunto de llegar para ambos. Siendo consciente de que su novio se calentaba más y más con aquel fetiche oral, no le dio tregua.
— La siguiente clase de repaso será de anátomia.

Las embestidas se potenciaron, haciéndose más violentas como si quisiese terminar de una vez. Olivia comenzó a gemir más alto, clavando sus uñas en las sábanas mientras gritaba afirmativamente, suplicándole que no parara.
— En el fondo te pone la idea de que abusen de ti –le espetó parando en seco, sin sacarla ni parar.
— O es a ti al que le pone.
— No. Solo me aseguro de no dejarte hambrienta –aseguró restregando su vello púbico contra el de ella, moviendo su culo en círculos.
— Me encanta que estés celoso… Me encanta cuando me follas así. ¡Ahhh!

``No suele estar tan excitada, y es raro que follemos con tanta intensidad. ¿Eso quiere decir que no suele disfrutar tanto las otras veces?´´ sopesó pensativo antes de dejar la mente en blanco, volviendo a prestar atención a Olivia cuando esta continuaba hablando.
— Te excita que esos niños sean tu competencia. Para que me sigas follando así voy a tener que dejar que se queden a dormir –Incluso si no lo dijo en serio, Rob se lo tomó como así fuese, la agarró de ambas piernas mientras comenzaba a ametrallar su interior: Aquella reacción la volvió loca.

Con dos manos aferrándose y aprisionando su cuello, las caderas de él parecieron enloquecer entre las suyas. Los muelles del colchón que casi nunca sonaban, comenzaron a gritar suplicando basta, la nuca de Olivia se topó con la pared y prácticamente la martilleaba, pero le daba igual, el placer entre sus piernas era mil veces mayor: Parar no era una opción. Prácticamente se corrió viva cuando con su última embestida, notaba a su novio quedarse paralizado de placer mientras llenaba aquel globo en su interior.
   En cuanto sus contracciones hubieron terminado, Rob rodó hacia su lado de la cama quedando estirado boca arriba, mientras el pecho de los dos subía y bajaba a diferentes ritmos.
— Si hicieses algo con esos niñatos me matarías.
— Ya lo sé, tonto.
— Esto que hemos hecho ahora… -quería aclararlo, que no hubiese confusiones. No hizo falta.
— Un juego, nada más. No pasará nada.
— Si lo intentan…
— Se van a comer los mocos –aseguró antes de rodar hacia él y comenzar a comerle la boca. Esperaba reavivar su libido pese a no lograrlo en absoluto; Rob la esquivó hábilmente mientras buscaba apagarla con más conversación.
— No me puedes negar que están desesperados.
— Aún recuerdo cuando salí al pueblo yo sola. Solo había viejas y tías feísimas… No vi ni una sola chica de su edad. Había un montón de hombres, y por eso no he vuelto a salir sola. No sé cómo pueden vivir así…
— Con muchas pajas –contestó con una débil sonrisa-, pero ni eso es suficiente.
— No seas tonto. Además, están Jaume y Pedro.
— Ya…
— Cielo –dijo encarándose hacia su pareja-. Aunque tus celos me pongan tanto mientras follamos, el resto del tiempo no me gustan. Me hace sentir que no confias en mí.
— No puedo evitar estar celoso.
— No deberías estarlo de unos niñatos de pueblo, no pueden competir contigo.
— Intentaré no tener celos… Pero tú procurarás no quedarte a solas con ellos.
 
Un último beso silenció la conversación, esta vez de manera permanente antes de que se quedasen dormidos.
   Los celos de Rob nunca llegarían a decaer pese a confiar en su pareja, en su cabeza existía el temor de que su novia tuviese algún momento de debilidad y ellos se aprovechasen, o que por el contrario lograsen explotar un momento de calentura por parte de la veinteañera.
   ¿Quién podría llegar a adivinar que serían tanto Olivia como su madre las primeras en poner facilidades a los adolescentes…

El día siguiente, por la mañana, Olivia recibiría una inesperada visita mientras el resto de su familia estaban fuera. ¿Cómo reaccionaría Olivia ante el inesperado giro de los acontecimientos?

***

Se despertó sin motivos varias veces aquella noche, y más de una vez notó a su novia inquieta en su lado de la cama. La conocía lo suficiente como para saber cuando se masturbaba, oyendo los casi imperceptibles bufidos y gemidos que intentaba acallar para no despertar a su pareja.
   Parecía estar en un estado constante de excitación, como si se le hubiese ocurrido algo que la tuviese constantemente cachonda y, puesto a que no era un comportamiento normal en ella, solo podía significar una cosa…
   Rob intentó mantener la confianza que tenía en ella y no intervenir, pues podía fantasear con lo que quisiese siempre y cuando no lo llevase a la práctica.

Cuando Olivia logró quedarse dormida, lo hizo con los dedos arrugados de tanto, sintiéndose mal por haberse masturbado tantas veces pensando en aquellas cosas. No se sentía tan culpable como debería, pues a su juicio no había nada de malo mientras no hiciese ninguna de aquellas cosas que tanto la habían encendido.

No estaba siendo infiel a su pareja por pensar todas aquellas cosas… ¿O sí?




32 comentarios:

  1. Es un relato corto, pero como ya dije estaba dividiendo un relato muy largo en varias partes. Con este busco preparar la historia para sumisión de las dos hembras ante los adolescentes, que como poco podría iniciarse en la siguiente parte o retrasarse hasta la tercera.

    Sea como sea, en la segunda parte ya se comenzarán a ver reacciones por parte de Sandra y Olivia, y como les afecta tener tan cerca a estos jovenzuelos. Un saludo!

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    1. Si éste es una parte de un relato largo, deduzco, que la siguiente parte, ya la tienes encaminada, espero que la puedas publicar pronto. Ya estamos con ganas de devorarla, muchas gracias Zorrete y sigue así.

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  2. Buenas Zorrete. En el relato no ha habido mucha acción, mas bien fue poca.
    Pero comprendo que este relato es solo una parte del todo y el relato prepara el camino a la acción, es necesario seguir a la espera.
    Me a parecido interesante la idea de la piscina. Y morboso el trato y tono autoritario de Chuki a la hija.
    Ya con ganas del siguiente, y ver como evoluciona todo, dale campeón a ver si lo nos lo publicas pronto.

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  3. Me gusto mucho esta temática de un relato breve y directo como chuki xD y esta padre eso de que el mismo Rob le meta a Olivia la idea de seder ante los adolescentes.
    Estaria padre que Olivia y Sandra tengan esa faceta voyeur de exhibirse ante los chicos y pedro y rob de espiar y no hacer nada.
    Sigue asi


    Estocombo77

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  4. Sublime como siempre, me encanta como evoluciona. Espero con ansiedad la segunda parte del relato.
    El morbo que genera todo es genial

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  5. Se hizo corto, jajaj.
    Buen comienzo de relato, y ya a la espera de la continuacion cuando la tengas preparada.

    Fer33

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  6. Deseando ver como reaccionan ese par de zorras a los múltiples desafios que les plantean los escolares. Y como las, manejan, se van acercando y las ponen en su sitio. Eres el number one. Desde el minuto cero que termine el relato con ansias de el siguiente. Gracias Zorrete por seguir currandotelo dale caña a estas zorras

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  7. Comento por aquí a los que han escrito en el prólogo, pues no había visto esos comentarios hasta ahora.

    Veo que hay interesados en que los cornudos participen, mientras que hay personas que prefieren que no se enteren. Ya tenía pensado hacer las dos cosas, pero dejando a los cornudos fuera hasta una fase más avanzada del capítulo.
    Por el momento no tengo previsto que Rob o Joaquin participen de manera directa, porque los protagonistas son los adolescentes y las dos mujeres. Una vez se haya terminado todo eso, y como tenía pensado desde el principio, los adolescentes querrán probar cosas nuevas con sus nuevos ''juguetes'': Cosas más arriesgadas y más exhibicionistas, tomar riesgos innecesarios, incluso he pensado en tratar el tema de la prostitución (evidentemente consentida y disfrutada).

    Sí tuviese que dar palabras clave de lo que tengo en mente por el momento, diría las siguientes (no en un orden concreto): Cine, piscina, juegos, instituto, espiar, hormigas (yo me entiendo), provocar, sexo telefonico, grabar, chantaje, oferta y demanda, enfado, pircing, masturbar, dormir, música y condón.

    Las palabras que he dicho como ya indicaba no están ordenadas, no indican ni su número ni si están relacionadas directamente entre ellas.
    No será un capítulo corto, y ni sé a cuantas partes se alargará aunque como ya dije 3-4 seguro.

    He dicho.

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  8. Mmm... hormogas... muy bien un toque de zoofilia jejeje

    Eres un genio, así que, casi todo parece sugerente(seguro que hasta las hormigas encajan muy bien en tu perversa e increíble mente).
    Animo maestro aqui estaremos esperando a ver por donde sale la historia y como va tomando forma y se cohesionan todas las palabras. A ver si esta cuanto antes. Gracias Zorrete.

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  9. Jefe, gracias por informarnos, de los puntos clave y darnos pinceladas de por donde va a ir encaminada la historia. Espero que el próximo relato, que has dicho, va a ser mas amplio, tenga mas acercamiento de los chiquillos a las "niñas". Personalmente veo acertado que no participen Rob y Joaquín. Para no robarles el protagonismo a los infantes, manteniéndose ajenos(como estúpidos) a todos sus juegos, pasando por los relatos siempre en segundo plano, siendo ninguneados u omitidos por los jovencitos. Incluso pueden llegar a casa y alegar que en sus trabajos les explotan y la mera presencia de los "peques" y su algarabia, ajetreo y vitalidad, les provocan dolores de cabeza.
    Gracias y ya deseando leer la continuación.

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  10. Aclaro una cosa: No me gusta la zoofilia, y aunque podría tener su morbo (y no descarto hacerlo en un futuro por el mero hecho de experimentar), no está planeado ni de lejos para este capítulo. No, con lo de hormigas me refería a otra cosa jajaja

    Ya sabía que nadie lo entendería.

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  11. Lo que se me ocurre de hormigas es: O cosquilleo (ya que hay gente que le agarra el paralelismo) pero por el perfil de los jóvenes no creo que recurran a eso, a menos que sea como excusa del hermano para tocar a la hermana. O que tiren a Olivia a un nido de hormigas y como se le llena la ropa su primer reflejo es sacarsela sin darse cuenta de que la pueden mirar (como que se saque la blusa pensando que está en soutien pero en realidad no se lo puso)
    Ambas dos podrían tener lo suyo

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  12. A estado genial esta primera parte del relato. Me encanta como lo has enfocando. Muy morboso desde el punto de vista del hermano voyeur y del novio cornudo consentido y con una Olivia caliente y viciosa. Tengo curiosisad como entrara Sandra en el juego...
    Espero con ansia la continuacion.

    Un saludo
    MegaMan

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  13. Lo de las hormigas, que misterio, puede ser enfocado desde infinitos puntos de vista.
    Uno puede ser, que tanto Sandra como Olivia, les tienen un asco atroz y o bien accidentalmente (en la piscina, alguna de ellas, se queda tomando el sol y se quedan dormida y se despierta histérica a decir que asco ayudarme hormigas y los chicos hacen un "esfuerzo" y se las quieren quitar del cuerpo por lo que le dan un buen repaso por toda su anatomía introduciendo sus dedos por debajo de su bikini y desabrochan "accidentalmente" la parte superior y que transforme sus gritos, de asco, a gemidos, de placer, de una forma sutil y progresiva).
    Tambien lo de las Hormigas puede ser provocado por los chicos, que van a la piscina con Olivia y ante la negativa de esta al ponerse en bañador, para no darles pie a que se revolucionen ellos, llenan un tarro y se las hechan por encima, lo que provoca que se saque la ropa y se quede en tanga y sujetador y posterior mente se lance a la piscina, para quitarse las hormigas de encima.
    O que Chuki, se quede a solas con Sandra logre seducirla, someterla, domarla, hacerla suya, le pega una follada dentro de su casa y se corre en las bragas arrancadas de Sandra las cuales deja en el suelo del baño. Y al dia siguiente, mientras les esta dando clases, Olivia va al baño y ve una fila de hormigas que van a un rincón del mismo y ve que allí se amontonan en algo, lo coge lo sacude y le parecen que son una bragas de su madre y ante la curiosidad se da cuenta que las bragas negras están humedecidas por un abundante liquido viscoso, lo huele y el olor no le es desconocido, pero no logra identificarlo y coje un grumo entre sus dedos y sigue olfateando, cual sabueso, se vuelve a llevar la prenda a la nariz momento en el que aparece Chuki en la escena y le dice que si quiere más, que se sirva ella misma, como lo hizo su madre ayer, se baja los pantalones y deja su monumental polla al descubierto, a escasos centimetros, de la sorprendida Olivia y antes de que pueda articular palabra la guíe hasta la sorprendida Olivia para que la debore y posteriormente le pegue una follada monumental.
    Tambien podría ser que Chuki, consiga empezar a tontera con Sandra, empiece a jugar con palabras con doble sentido, roces y sobeteos disimulados, "accidentes" subidos de tonos, hasta que hace perder a Sandra la cabeza, Chuki querrá follarse a pelo a la madre pero esta se negara en rotundo, pero el va preparado y saca un condón XXL acorde a su miembro termine rellenando a Sandra en su casa, y ella para comprobar que no se ha roto, lo coja y deje el condon, lleno de "su semilla" en el baño en la papelera. Y al dia siguiente cuando se despierte, su marido, mientras se esta afeitando,ve una hilera de hormigas que van a papelera y se lo comenta a Sandra, ella entra en pánico, por que enlaza las hormigas con el condón y abre los ojos como platos, pega un bote y entra en el baño y ve a su marido, a lo sullo, frente al espejo afeitandose y ella intenta disimular y buscar distraer al, panoli, del marido.
    Bueno a ver cuando publicaras el siguiente relato que tengo muchas ganas de leer la continuación.

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  14. Genial relato, esperando ya el proximo capítulo porfavor que no demore tanto

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  15. A ver si poco a poco va tomando forma el próximo relato. Ya que andamos con ganas de leerlo. Este comiendo y las pistas de como continuara me parecen interesantes. Dale maestro eres un crack, gracias.

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  16. Por donde puede salir todas esas pistas que nos has dado???
    Las hormigas pueden ser utilizadas por Olivia para exlicar a sus alumnos un tema de Biología sobre la sociedad de estos animalitos.
    Le lanzaran indirectas, siempre en tono sexual. Y Chuki dejaria claro, que el quiere cubrir a la reina "Sandra" dejando para mas tarde a su profesora particular, provocando celos en Olivia(interiormente) y dejando la puerta abiertas para que acosen a la joven, sus secuaces. Sandra se ve alagada ante las "atenciones" de el cabecilla.
    Las hormigas pueden desencadenar una lucha fraticida por el reinado de la colonia.
    La idea de el cine puede dar mucho juego con la oscuridad.
    La piscina, un tema morboso, por la ropa o su ausencia de la misma y el contacto físico "accidental" porsupuesto jejejeje
    El pircing puede ser que uno de los chicos tenga uno en su polla. Adivinaran la madre o la hija quien es que esconde el metalico "tesoro"?
    Espiar, el sexo telefónico y el chantaje puede ir todo unido. Y que uno de los chicos grabe una sesión de sexo telefónico con Rob siendo chantageada y la hace que la masturbe y lo graba otro compañero. Que amenaza a las 2 con sacar el video a la luz, entonces su hija seria enviada a la carcel. Les propone a ambas si le pueden convencer. Y les pide que se empiecen a desnudar mutuamente y advierte que se las piensa follar a las 2.Pone musica de fondo y ambas comienzan un sensual baile y su doble striptis.

    Ahora, a la espera de ver por donde nos sorprendes y como va a ser el próximo relato.

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  17. Hola, las hormigas las pueden utilizar los chicos para obligar a Olivia y Sandra a quitarse la ropa y lanzarse al agua.
    Ya que ante la negativa de estas a quitarse la ropa, y quedarse expuestas, con sus diminutos bañadores, ya que se sienten el centro de sus miradas, incómodas, medio desnudas, con sus voluptuoso cuerpos frente a los chicos.
    Estos, les preparan una "trampa", esparcen azúcar, desde un hormiguero cercano hasta una zona sombreada y extienden las toallas de las féminas (edulcoradas convenientemente jejeje).
    Bueno, gracias por tus relatazos, aqui estamos esperando la continuación de el relato, espero que sea pronto genio.

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  18. Lo de las hormigas... Frio frio. Gracias a todos y todas por comentar ^^

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  19. Frio frio?
    Mmm...
    Las hormigas las congelan y se las ponen en los pezones de las damas (cosa mas fría ya no se me ocurren jejeje)

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    1. A veces se me olvida que soy leído por personas que no necesariamente entienden estos dichos ''españoles''. Frío frío se usa para indicar que te estás equivocando o te estás alejando del punto acertado. Por ejemplo cuando un niño esconde una cosa e indica a otro para que lo encuentre. ''Caliente'' si se acerca o ''frio'' si se aleja.

      Este capítulo tendrá mucha más acción que el anterior, no tardará tanto en llegar pues hay muchas cosas que quiero hacer ''fuera'' de la casa de Sandra y su familia.
      Por lo tanto sí puedo afirmar que en la segunda parte habrá como poco mucha seducción y ''tonteo'', sexo ignoro si lo incluiré.

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    2. Incluyelo zorro, andaleeee no seaas hahaha que es un relato del zorro sin sexo? Eres como el Jiraya de los relatos :v

      Alex23

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    3. ¿Me acabas de llamar sabio pervertido? Jajajajja Gracias, supongo.

      La primera parte es muy corta, y es porque es parte de un relato mucho más largo que corté por la mitad. Digo que no sé si incluiré sexo porque todavía no he terminado ''ese relato'', el borrador lo tengo pero hay muchas cosas que se me ocurrieron después. Aunque todo es compatible, no sé en que parte incluiré el sexo porque ya tengo en mente muchas escenas que se acabarán produciendo antes o después...

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  20. Jamas pensé que una saga de relatos de este genero me generase la misma intriga y ansiedad de leer más que una saga de libros de ficción. Espero que no llegues al punto de martin de que cada vez que te preguntemos cuando lo largas mates a algún personaje jajaja.

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  21. Ya con ganas de disfrutar de la continuación de la historia. Animo campeón.

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  22. Genio como lo llevas, alguna fecha orientativa para publicar el proximo???
    Sin meterte presión ni nada. Solo por curiosidad... (y por vicio jejejeje)
    Bueno, gracias por seguir currartelo tanto este último relato algo "soso" (por que no ha habido mucha acción) aun que estoy seguro que ya llegara. Gracias mago.

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    1. Esta es una manera muy irrespetuosa de pedir mas. Dices que no quieres meter presion pero igual escribes para saber fecha y ensima de eso etiquetas el anterior relato de "soso". Que falta de clase que tienes.

      MegaMan

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  23. Disculpen, si no me exprese correctamente, nunca quise, ni meter presión, ni faltar el respeto a nadie(reconozco que mis ganas de leer el próximo relato cuanto antes, tal vez me pudieron, y solo quise hacerle saber que hay lectores que seguimos esperando su próxima obra de arte, sin maldad, ni nada, simplemente que sepa que estamos aquí, al otro lado).

    Y eso de "soso"(recalco que esta entrecomillado) es solo que me supo a poco (eso no habla, mas que bien de zorrete por que nos tiene mal acostumbrados) no por que el relato anterior sea de peor calidad, todo lo contrario. En mi humilde opinión, el relato anterior tenía menos "acción" (si, entrecomillado) menos sexo y eso es algo obvio. Lo cual no quiere decir que sea menos morboso, veo hasta es necesario, que se planteen, relatos para conocer los personajes, sus características, aspectos y matices de los mismos.
    Bueno, mil disculpas de nuevo, si mi calenturienta mente me hizo perder los papeles, nuca quise meter presión.
    Muchas gracias de nuevo Zorrete y aqui seguiremos esperando, tu tranquilo.

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    1. Las críticas, mientras sean constructivas, las agradezco. Si un relato o capítulo no te gusta lo suficiente o te decepciona, no te cortes a la hora de expresarlo. Si te parece soso, o insuficiente, o mejorable... ¿Por qué no vas a decirmelo?

      Agradezco tus comentarios sinceros por encima de todo, siempre y cuando todo se diga desde el respeto.

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      A todos los lectores: Estoy avanzando bastante el siguiente relato. Yo creo que os gustará, aunque estoy buscando maneras de mejorarlo. He estado pensando en meter varios guiños a algunos escritores, aunque no sé si lo acabaré haciendo. Ya queda menos

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  24. Gracias, por mantenernos informados. Y haya paz chicos, ya se que todos queremos el próximo capitulo cuanto antes, es obvio. Ya nos queda menos para disfrutarlo. Y unos guiños a otros escritores, seguro que son escritores de los grandes(como tu), así que seria un homenaje, de tu, a tu(de un grande a un grande) puede ser interesante. Nos gusta tu criterio y seguro que tus gustos coinciden con los de tus lectores.
    Animo Zorrete dale duro.

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  25. Hola zorrete, te queria comentar 2 cosillas.
    - La primera es que no te enfurruñes tanto cuando la gente te meta prisa, si lo piensas bien cuando a la gente le gusta lo que escribes lo primero que te apetece es pedir mas y como somos humanos pues por pedir que no quede.
    - Lo segundo es agradecerte este feedback que nos brindas y que aunque te presionen, yo prefiero que cuelgues los relatos cuando tu estes seguro de que tienen la calidad suficiente para estar firmados por ti. Como dice el refranero español " A quien madruga, Dios le ayuda", pero tambien dice que "No por mucho madrugar amanece mas temprano". Asi que cuando tu lo decidas los cuelgas, sin presiones ni nada, salvo las ganas de volver a leerte.

    Fer33

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  26. Muy buenos Zorrete, tus relatos son increíbles, mi mas sinceras felicitaciónes.
    Para amenizar la espera he descubiertos, unas joyas, en TR que me parecen muy morboso (no se si, se vera como publicidad, si no lo ves apropiado , zorrete. Borras mi comentario y te pido perdón).
    La saga en cuestion es ["Perdiendo a Sara" y el autor "Required"] la tendrá escrita, ya que ha publicado 6 relatos en pocos días y son extensos (+o- 40min) Pero sus relatos, tambien, son francamente recomendables la verdad. Como los de un tal Zorrete no se si os suena, uno que es un mago jejejeje.
    Bueno Bro, lo dicho, por aqui seguiremos a la espera de el próximo relatazo (y si no consideras apropiado mi comentario, mil perdones, lo dicho, lo borras y ya está)

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